La primera parte de esta nota comienza acá, y sigue a continuación...
Si hay tres atractivos imperdibles próximos a San Pedro de Atacama, ellos son: los flamencos (que vimos en cantidad), el Valle de la Luna y los géiseres del Tatio. Para conocer hay mucho más, por eso el programa de Mainumby4x4 contempla mediodía libre para que cada cual pueda contratar la excursión que desee: en la turística y cosmopolita calle peatonal de San Pedro hay decenas de agencias de viajes con múltiples propuestas (tener en cuenta que no aceptan dólares; solo pesos chilenos (hay casas de cambio) o tarjetas de crédito (en varios casos los posnet solicitan un pin de 4 dígitos).
Al Valle de la Luna llegamos a las 16:30, horario óptimo para recorrer (una parte a pie y otra en vehículo) los diferentes sectores, como El Anfiteatro, la Duna Mayor, las Tres Marías o la Mina Victoria, formaciones que comenzaron hace 33 millones de años y que hicieron posible el alzamiento de rocas que dieron origen a lo que se conoce como Cordillera de la Sal.
Pero aún faltaba lo mejor: la puesta del sol en el mirador Ckari, al que se arriba en vehículo, pero se disfruta mate en mano sentado en una silla playera. Centenas de personas congregadas para observar cómo Febo se ocultaba en el horizonte en este punto de Atacama. Están los que filman, los que toman fotografías, los que transmiten en vivo, los que lloran y los que solo disfrutan la vivencia en pleno silencio. Cada cual lo siente a su manera, pero la atracción convoca gente de todo el planeta.
Géiseres del Tatio
A las 4 AM salimos del hotel y un rato antes de las 6 estacionamos frente a la barrera del parque El Tatio. Aún estaba cerrado, pero éramos los primeros para apreciar el grupo más grande de géiseres del Hemisferio Sur y el tercero más grande del mundo, detrás de Yellowstone (Estados Unidos) y de la Reserva Natural Kronotski (Rusia).
El Tatio tiene unos 80 géiseres, aproximadamente un 8 % de los existentes en el mundo. Sus erupciones alcanzan una media de 76 cm de altura y el agua emerge a 84 ºC. Pero las fumarolas tienen una particularidad: trabajan hasta las 9:30. Pasado ese horario el vapor emergente comienza a mermar hasta llegar a casi nada. Por eso hay que arribar bien temprano, y los casi 100 km de ripio que lo separan de Atacama demandan unas dos horas. De regreso, el avistaje de flamencos obliga a un alto en el camino: en una laguna ellos se cruzan con los guanacos y componen una foto que no puede faltar en la tarjeta de memoria de la cámara.
Ya vamos por el quinto día: regresamos al Paso Internacional de Jama para ir a hacer noche en Tolar Grande, pero aún falta mucho para eso, porque no tomamos la ruta convencional, sino un track previamente relevado que de ahora en más nos sumergirá en paisajes de otro planeta: primero en el Salar de Pocitos y, acto seguido, en el Desierto del Diablo: el lugar de la Argentina más parecido al planeta Marte debido a su paisaje árido y sus extraños picos de tierra colorada. La senda carece de señalizaciones y tiene muchos desvíos, por lo tanto el riesgo de perderse y encontrarse con Huancar (así llaman al diablo) es grande.
Ignoremos ese detalle, pero sepamos que en el tramo conocido como Las Siete Curvas se toman las mejores fotos. Más adelante vendrán los Ojos de Mar, tres pequeñas lagunas que se creen conectadas al mar por canales subterráneos y que tienen gran valor científico porque en ellas habitan unos microorganismos especializados en transformar el dióxido de carbono en oxígeno.
Seguirá Tolar Grande con su estación de tren detenida en el tiempo y sus casas de familia en las que paramos a dormir (las únicas dos hosterías que hay se encuentran ocupadas por mineros); el Salar de Arizaro y el Cono de Arita, la geoforma más perfecta del mundo que se presume fue un centro ceremonial incaico.
Almorzaremos asado de llama en Antofalla, atravesaremos el Salar del mismo nombre, y llegaremos a Antofagasta de la Sierra, para continuar al día siguiente a través del Campo de Lava, la laguna Carachi Pampa y el Campo de Piedra Pómez. Finalmente, atravesaremos El Peñón y pondremos punto muerto la noche del octavo día en Belén, Catamarca, tras 2.000 km de paisajes maravillosos a través de la tierra sin sombra.
El programa incluyó todo (excepto combustible) desde la cena de bienvenida y hasta el desayuno de despedida: 8 noches de alojamiento, 4 comidas diarias (almuerzo y cena de tres pasos, además de desayuno y merienda), y adquisición de entradas al Valle de la Luna y los Géiseres del Tatio (ambos en Chile). La próxima travesía de Mainumby4x4 a esta región será del 16 al 24 de noviembre de 2024. El calendario completo puede verse en este link. O consultar por otras travesías por WhatsApp al 11 6036 1111.
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