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PESCA | 04-07-2012 16:29

Grandes pejerreyes en Chasicó

El feliz retorno de una laguna que siempre se ha caracterizado por su muy buena pesca.
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Luego de varias temporadas con altibajos, decidimos que era hora de volver a la laguna de Chasicó. Invitados por Cristian Giménez, propietario de las cabañas Acuarelas del Lago, hacia allá fuimos con las ganas lógicas de retornar a uno de los pesqueros más tradicionales del pejerrey.

La laguna perdió algunos miles de hectáreas de superficie, pero mantiene inalterable su belleza, rodeada de médanos, playas, costas bajas, islas y el vivero, que muestra su volumen de arboles secos y deja ver de manera muy marcada la boca del arroyo Chasicó.

Los comentarios previos indicaban que la pesca se estaba dando preferentemente a media agua y a fondo, pero sabemos muy bien que en toda salida debemos contar con todo tipo de aparejos. Y menos mal que dentro de nuestro bolso también cargamos las líneas de flote...

Los aparejos

Si pretendemos hacer las cosas bien y cubrir todas las modalidades de pesca, varios son los equipos que debemos llevar: uno para líneas de fondo o paternóster, otro para el balancín y el tradicional de flote. Es una laguna muy profunda, que si bien perdió algunas hectáreas de superficie y unos metros de hondura, todavía tiene en el centro unos 8 m.

Si la idea es obervar una boya para ver los piques, lo ideal es el balancín. Para utilizar este tipo de líneas, lo aconsejable es cargar nuestro reel con nailon para poder hacerle los nudos corredizos que nos determinarán la profundidad de pesca. Debemos pasar una perla, luego la boya balancín, otra perla por la madre del reel y hacerle tope con un nudo corredizo.

Pero antes debemos tomar la profundidad del lugar y saber a cuánto queremos pescar del fondo, lo que se logra de la siguiente manera: atamos un plomito a la punta del nailon, y lo hacemos tocar fondo; cuando hace tope hay que atar allí el primer nudo corredizo; y una vez terminado, haremos otro nudo corredizo inmediatamente debajo del anterior. La distancia que dejemos entre nudo y nudo va a ser la misma que tengamos entre el fondo y nuestra carnada.

Ésa es la manera correcta de utilizarlo. Una vez efectuado este primer paso, quitamos el plomito y atamos el balancín, del que colgarán dos brazoladas no muy largas para que no se enreden entre sí. La ventaja de este aparejo es que vamos a pescar con dos anzuelos en la misma profundidad. La caña no debe ser muy larga, con 2,10 a 2,50 m es más que suficiente. Y el mismo equipo puede ser perfectamente utilizado para emplear una línea de fondo con un plomo y dos brazoladas.

El equipo de flote es el tradicional: caña de 4 a 4,50 m, reel frontal o de bajo perfil y línea de flote con tres boyas medianas, que podemos armarla de manera tramposa si el pez lo requiere. El pejerrey es de boca chica, por lo que con un anzuelo 1/0 es más que suficiente. Junto con la familia Giménez y Raúl Sánchez armamos un excelente grupo de amigos dispuestos a soportar el frío reinante, pero con muchas ganas de realizar una muy buena pesca en este clásico pesquero de la zona de Médanos.

Llegamos a las cabañas y enseguida fuimos al encuentro de Leo, nuestro guía para esta salida. Yatenía un par de truckers preparados, solo restaba subir y comenzar con el armado de los equipos.

Navegamos a marcha lenta hacia la zona del vivero, hasta la boca del arroyo Chasicó, buscando franjas de poca agua para ver si encontrábamos a los pejes de gran porte. Para este tipo de pesca armamos todos equipos con líneas de flote, y la brazolada más larga no superaba los 50 cm. Nos pegamos a la costa y, aprovechando el viento de espalda, arrojamos perfectamente nuestras líneas sin utilizar puntero, lo que le da al aparejo más libertad.

Recorrer y probar

Eramos cuatro sobre el bote y todos colocamos colores diferentes de boyas para ver si alguno funcionaba mejor. En esta primera parada la suerte no estuvo de nuestro lado: obtuvimos un solo pique de un pejerrey no muy grande, de apenas 30 cm. Seguimos buscando y recorriendo el vivero, la Quebrada del Hacha, la Bahía... y los peces brillaban por su ausencia. Ante la falta de piques, elguía resolvió ir a pescar al garete en el centro de la laguna.

Y no le erró: nos esperaba una fiesta. Veo que Leo pone enseguida una línea del tipo paternóster y que Christian lo imita. Yo, mientras esperaba resultados, arrojé el mismo aparejo utilizado anteriormente. Y en menos de un minuto, la última boya (tenía una brazolada de 35 cm) comenzó lentamente a desplazarse hacia un costado. Esperé unos segundosy el certero cañazo nos dioun pejerrey bastante gordito, que llegaría a los 500 gramos de peso. “Habrá sido casualidad”, pensé. Pero no, los piques empezaron a sucederse en forma continua y en todas las profundidades.

Cuando ya llevabamás de 10 capturas, mis compañeros comenzaron a preocuparse: no sabían si seguir con líneas de profundidad o divertirse pescando bien a flote. Igualmente debo aclarar que todos los aparejos cumplen los objetivos de pesca, solo que a veces los de tres boyas son un poco más divertidos a la vista. La pesca siguió sin parar hasta el mediodía, momento en que elegimos un reparo de las islas para nuestro almuerzo. Allí se sumaron otros amigos: todos habían tenido iguales resultados, casi un cajón lleno con portes que rondaban los 40/42 cm.

Solo para cambiar la perspectiva de la pesca, cuando reiniciamos la segunda parte del día pasé de mi línea de flote a una del tipo paternóster. Primero no obteníamos respuestas, hasta que se acomodó el trucker y empezamos a garetear en forma pausada sobre la costa de los embarcaderos, bien frente al lugar donde se ven perfectamente las coloridas cabañas Acuarelas del Lago.

La pesca no daba respiro. Las capturas iban llenando el cajón. Todos pejerreyes muy peleadores y sumamente gordos, tal cual nos tiene acostumbrado este pesquero. Regresamos de Chasicó con la alegría enorme de haber confirmado la recuperación de un pesquero de semejante características. Quienes deban hacer un largo viaje para llegar a esta laguna, sepan que esta temporada serán recompensados por la calidad y cantidad de sus pejerreyes.

Nota publicada en la edición 478 de Weekend, julio de 2012. Si querés adquirir el ejemplar, llamá al Tel.: (011) 4341-8900. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.

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Julio Pollero

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