Thursday 28 de March de 2024
PESCA | 29-06-2012 00:00

Ituzaingó no deja de sorprender

A días de celebrarse el concurso de pesca de suburí más importante de la región, la zona dió señales muy buenas, con portes más que interesantes y peleadores.
Ver galería de imágenes

Siempre han estado. Desde tiempo inmemorial los surubíes habitan, recorren y pueblan aguas del Alto Paraná. Migran, cazan, se reproducen y alcanzan portes para el asombro. Con escasísimos enemigos naturales –únicamente el ser humano ha interferido en su devenir–, estos grandes peces no sólo surcanlas aguas del río, sino que incursionan por los sueños de ojos cerrados –y también abiertos– de más de un pescador.

Medirse con una bestia silvestre de semejantes dimensiones implica poner en juego mucho de uno: habilidades, destrezas propias y ajenas (la tarea de equipo a bordo es fundamental), conocimiento y manejo del equipo, y una gran cuota de sangre fría y adrenalina caliente. Todos condimentos de un plato realmente fuerte.

La próxima celebración delXVII Concurso Integración de Pesca Embarcada del Surubí, a realizarse en la localidad correntina de Ituzaingó, era un poderoso motivo para relevar deantemano las canchas y medirse con esta vigorosa y particular especie. Una nueva y pujantecomisión organizadora, integrada por viejos y nuevos amigos (Marcelo González, Emilio Nicolás, Viviana Mettifogo y EdvarStemberg, entre otros) nos apoyaron y acompañaron durantenuestro relevamiento pesquero.

Precisamente en la lancha de Edvar, con Gustavo Carosella yel experimentado guía Crescencio Queche Morales, empezamos los intentos aguas arriba de Punta Norte, recorriendo pesquerosen la modalidad trolling, que consiste en arrastrar un señuelo artificial mediante la marcha lenta de la embarcación.Esta técnica permite trabajar sectores del río sondeando el lecho y poniendo un señuelo con acción vibrante cerca del fondo, con altas chances de pique en el lugardonde suelen estar apostados los grandes surubíes.

Elementos adecuados

Lo conveniente es usar equipos integrados por cañas del orden de los 7 pies, con rangos de potencia de 20 a 30 libras y reeles rotativos medianos con capacidad para unos 200 metrosde nailon del 0,37 al 0,40. Los pesqueros no tan profundos y la gran cantidad de piedras yafloramientos rocosos en el lecho, hacen que sea preferible el nailon monofilamento por sobre el multifilamento, más propenso a los cortes contra las piedras y más indicado para actuar en ámbitos de mayor hondura.

Ninguna respuesta en nuestra embarcación a lo largo de la mañana en esta modalidad, nos impulsó a cambiarde estrategia. Resolvimos fondearnos en el área conocida como “Las 1.000”, por estar situada frente al barrio 1.000 Viviendas, e intentar la pesca con cebos naturales. Con idénticos equipos y reemplazando los señuelos por líderes con anzuelos N° 7/0 encarnados con anguilas medianas y miñocas,(grandes lombrices de tierra) ylastrados con plomos pasantes, fuimos probando distintos fondeos sin demasiada suerte.

Ya cerca del mediodía resolvimossoltar el fondeo, quitar los plomos y empezar a garetear (dejar la embarcación a la deriva). Todo el sector de “Las 1.000” es de poca hondura (4 a 6 m) y con fondos irregulares de piedra, lo que generamuchos tranques. Por eso conviene ir moviendo el cebo con la puntera de la caña mientras la lancha deriva. Así se consigue minimizar los tranques, a la vez que aumenta el atractivo del cebo que va viajando por el fondo mucho más activo.

Surubí en trolling

Es sabido que mediante la pesca con cebos naturales es como se suele lograr mayor proporción de ejemplares medianos y chicos, y con el trolling se consiguen los de mayor tamaño. Sin embargo, cuando los peces están activos también es factible dar con grandes portes con carnadas naturales. Y si no que le pregunten a Edvar, que en este mismo pesquero y mediante esta modalidad, con una anguilamediana logró pinchar y reducir al surubí más grande de este relevamiento. Una mole de bigotes y músculos que demandó varios minutos de pelea y unas cuantasescaramuzas antes de entregarse.

Previo a realizar un alto para el almuerzo registramos un segundo pique, también con anguila: un surubí mediano pero muy combativo. El hecho de ser la única embarcación actuando enese sector del río aumentó mucho las chances de éxito. Por un lado, hay menos ruidos de motores, cascos y personas. Y por otro, una vez prendido un pez se lo puede trabajar con más tranquilidad que cuando esta circunstancia se da en medio de una flota de lanchas, pescadores y nailons. Para esto nada mejor que escaparle a los fines de semana y feriados.

Quien pueda programar su salida para días hábiles, sin duda disfrutará de una pesca más relajada y además acrecentará susposibilidades. La tarde la dedicamos a recorrer pesqueros desde la Isla deVidal, donde hicimos un reparador intervalo gastronómico, pasando por Punta Ñaró, La Escala,Solonesky y hasta casi lazonadel Chalet Fiplasto.

Actuamos tanto en trolling como con cebos,sin una sola respuesta positiva. Trolleando a última hora, despuésde la puesta del sol, aguas arriba de la zona del Zoológico, en lo que era la última pasada antesde volver a puerto, registramos un sólido pique de un surubíque se devoró un señuelo del tipo banana larga de profundidad.

Cazadores nocturnos

Simultáneamente, en la lancha de Flavio Cacho Cundor, que actuaba al lado de nosotros, se dio un ataque similar que Facundo –suhijo– pudo terminar de concretar ya prácticamente entrada la noche. Casi en el mismo lugar, dos buenas piezas atacando y comiendo a la hora en que lo hacen los grandes cazadores: el ocaso.

Esto habla de los hábitos gregarios del pez, de que están activos (comiendo por la boca, no enganchados deotras partes del cuerpo) y de las costumbres de cazadores de última hora y nocturnos que son.La jornada siguiente la empezamos bien temprano,para aprovechar el crepúsculo matutino. Y a la segunda o tercera pasada en trolling, con un señuelo de profundidad y en la zona dePunta Ñaró, dimos con un nuevo surubí que nos hizo presagiarque se trataría de una jornada con muchos piques más. Sin embargo, fue el primero y el único. Lo más destacable de la tarde resultó un muy interesante dorado capturado en trolling con un señuelo tipo mojarra grandede profundidad, aguas arriba de El Banquito, bastante más allá del Chalet Fiplasto.

Manda la calidad

Como pocas veces pasa, esta vez pudimos concretar el único pique de dorado que tuvimos y loscuatro piques de surubí que registramos a lo largo de dos días de pesca, dos con cebos naturalesy dos con señuelos. La pesca por estas latitudes escasi como un todo o nada. Pero no hay quedesesperar: los grandes peces están y las chances de capturarlos también, sólo que no sonaguas de cantidad de piques.

Aquíla paciencia, la constancia y la perseverancia constituyen los peldaños dela escalera a recorrer. No es algo nuevo, hace ya 2000 años el pensador y filósofo estoico Séneca– ontemporáneo de Cristo– insistía con aquello de que más que lacantidad importa la calidad. Ituzaingó se destaca por sus grandespeces, en aguas donde los surubíes permanecen, van, vienen yestán, y donde por sobre todo prima la inmensa, robusta, maciza y contundente calidad.

Nota publicada en la edición 478 de Weekend, julio de 2012. Si querés adquirir el ejemplar, llamá al Tel.: (011) 4341-8900. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.

También te puede interesar

Galería de imágenes

En esta Nota

Alejandro Inzaurraga

Alejandro Inzaurraga

Comentarios

También te puede interesar

Más en
Mirá todos los autores de Weekend