Auguran que el futuro inmediato del turismo será de cercanías

Una de las industrias más castigadas es la del turismo y la gastronomía: bares y hoteles cerrados, servicios de transportes cancelados y hasta la falta de devolución del dinero de los pasajes de vuelos que no se concretaron. Mientras los responsables locales de esas actividades gestionan ante el Gobierno las exenciones de impuestos y la obtención subsidios para pagar los sueldos, muchos se plantean cómo será su futuro (si es que logran sobrevivir a la pandemia).

Cuando el riesgo por la infección sea menor y la gente pueda salir a la calle con las precauciones suficientes para prevenir contagios sin necesidad de protección excesiva, muchos analistas aseguran que el turismo interno será clave para el repunte de la economía en el país, ya que “los viajes cortos, de proximidad, se potenciarán y así el campo y el turismo rural se convertirán en la primera opción para muchos argentinos -analiza Marcelo Carballar, dueño del hotel boutique Hygge Home-. La pandemia del Covid-19 nos demostró que la hipermovilidad humana a lo largo y ancho del planeta no era sostenible y obligó a detenerla de manera abrupta. Esta señal debería ser interpretada por los gobiernos nacionales como una oportunidad para impulsar el turismo de entre casa, a lo largo y a lo ancho del país, que es fundamental para el desarrollo de las economías regionales y de un crecimiento sostenible”.

Los analistas internacionales coinciden en la idea de que mejor cerca y conocido, que lejano y por conocer.  Pero también estiman que el turismo tendrá que llegar con una propuesta diferente, tanto por el impacto de la crisis económica derivada de la enfermedad como por la capacidad de gasto de los potenciales turistas. Los viajes en auto, trenes y vuelos de corta distancia darán los primeros indicios de renovación de la demanda. Las experiencias urbanas densamente pobladas perderán popularidad, especialmente si hay que tomar un subte. Los turistas asociarán lo rural y el aire libre a una buena salud y las multitudes y los espacios públicos a un mayor riesgo. Ante este contexto es lógico pensar que habría que promover el turismo rural en pequeñas localidades aledañas a las grandes urbes. Se sabe que “estos pueblos han logrado recuperar lo autóctono de la Argentina tierra adentro. Post pandemia, el viajero va a buscar atención personalizada, lugares con mucho espacio, con limitación a la cantidad de personas en restaurantes, hoteles y atractivos y acá la hospitalidad que caracteriza a la gente de pueblo juega un rol clave -finaliza Carballar-. Mozos, parrilleros, enfermeros, ferreteros, almaceneros, cada uno desde su rol y la función que les toca, están preparados para recibir y cuidar de la gente que los elige y visita. Estos pueblos y sus habitantes no tendrán problema alguno para adaptarse a las nuevas regulaciones, incluso pueden ser una solución a la hora de implementar el proceso en las grandes ciudades, ya que pueden ayudar a evaluar cómo se comporta la gente. Hay campo y tierra de sobra para respetar las distancias”.

La demanda buscará un nuevo modelo económico para que genere confianza a la hora de animarse a salir de casa y viajar. En este panorama a futuro, el desarrollo de rutas turísticas no tradicionales o de una forma ingeniosa de promocionarlas quizás sea el mejor objetivo. Las alternativas sustentables y prácticas tradicionales serán las actividades que más crezcan entre los viajeros. Quizás sea este uno de los motivos que incentivó al Ministerio de Turismo y Deportes de Salta a trabajar con los prestadores de servicios locales para desarrollar la plataforma virtual “Compra hoy, Viajá mañana” para vender el destino desde este momento y que los turistas y salteños puedan disfrutar de lo que compren anticipadamente hasta abril del año que viene. Es una manera de generar ingresos y de asegurarse visitantes que gasten su dinero en la provincia en el período de un año. Ya vendieron mil paquetes con esta modalidad. En la provincia de Misiones están tratando de implementar lo mismo.

Sin dudas, es tiempo de agudizar el ingenio por parte de las empresas y prepararse para volver a hacer turismo de una manera renovada.