Científicos del Conicet y la Universidad del Comahue (UNCo) de Bariloche han logrado identificar a los parásitos que provocan una enfermedad intestinal llamada difilobotriosis que afecta, fundamentalmente, a las personas que consumen pescado crudo o mal cocido. Popularmente conocida “tenia de los peces”, se trata de una parasitosis zoonótica que fue introducida en la Patagonia norte por los primeros inmigrantes que llegaron a la región a principios del siglo pasado.
Pesca: salmones gigantes del río Santa Cruz
Si bien la más alta incidencia de infección humana se registra en Finlandia, Suecia y Lituania, hay estudios que certifican que en la Antártida se encontraron estos parásitos en lobos marinos y que la zona endémica llegaría hasta la provincia de Chubut. Según el informe, los parásitos están presentes en la inmensa mayoría de las truchas y de los salmones que son capturados, tanto artesanal como deportivamente, en todos los lagos que conforman el norte patagónico.
“Hasta el 75% de los salmónidos en espejos de agua cercanos a Bariloche y Villa La Angostura tienen larvas de estos gusanos que, una vez adultos, pueden llegar a medir 9 – 10 metros”, explicó el doctor en biología del laboratorio de parasitología del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medio Ambiente (Inibioma), Gustavo Viozzi, al diario Río Negro.
El ciclo del parásito es el siguiente: la trucha lo adquiere al ingerir crustáceos, caracoles o pulgones de agua, o sea que son ellos los intermediarios en la cadena biológica del parásito. Se forma un quiste, no en el intestino de la trucha sino en los músculos del pez, y por eso el contagio, porque la carne se come jugosa o cruda y no mata dicho parasito, de ahí que se adhiere al intestino y se reproduce.
Medidas preventivas
El consumo de pescado crudo o insuficientemente cocido, el vertido de líquidos cloacales sin tratar a los ambientes acuáticos, el aumento de las poblaciones de gaviotas con los basurales a cielo abierto y el preocupante incremento de la población de perros sin control, son los principales aliados de esta enfermedad.
Por eso, según el profesional para controlarla ”resulta fundamental mejorar el tratamiento de los vertidos cloacales, dar información sobre el tema a pescadores y cocineros, desparasitar a perros y gatos y no dejar o arrojar las vísceras del pescado en el agua o a la orilla del río o lago, al alcance de los perros y gatos ya que éstos pueden adquirir la enfermedad”.
“Aunque no es una enfermedad letal, la mejor manera de prevenirla es no consumiendo pescados crudos o poco cocidos, especialmente los salmónidos. Hay que cocinarlos al menos 10 minutos, o ponerlos en el freezer a una temperatura de -10º C por 48 horas o a -18º C durante 24 horas”, concluyó Viozzi.
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