Nuestro país, en su generosa geografía, ofrece múltiples opciones para disfrutar del mar, los ríos de llanura, las lagunas bonaerenses o los diques de montaña, y hacernos un espacio para ser felices practicando el deporte que más nos gusta: la pesca. Pero tratándose de aventuras que solemos compartir con nuestros afectos, que no siempre tienen los mismos intereses que los amantes de la actividad, también hay que prestarle atención a destinos que, por su belleza natural o propuestas culturales, ofrezcan paseos interesantes con alternativas para todos los gustos y sensibilidades. Para ello vamos a recorrer distintas opciones, algunas clásicas y otras no tan conocidas, que permiten este combo ideal de pesca recreativa y turismo, que tan bien nos hace al alma.
En Mar del Plata, se pescó en familia
Santa Cruz
Siempre con abrigos de primer nivel, una opción viable es la pesca del róbalo con mosca (con un equipo 6 u 8, o bien un spinning con mosca), aunque en julio, si el frío es extremo o no están las langostas que puede mandarlos más adentro, hay que buscarlos de embarcados. Se los pesca en la bahía de San Julián, que reúne condiciones ideales para esta especie.
La otra opción es una pesca en Los Antiguos, al noroeste de la provincia, con un guía con acceso a lugares únicos en toda la zona cordillerana de Santa Cruz: Pedro Gallego, quien pesca junto a su hijo de 12 años que es un verdadero crack, Argentino Jeremías Gallego. Esa zona ofrece una multiplicidad de arroyos y ríos pequeños con aguas muy frías en julio, pródigos en truchas arco iris y marrones, pero con el punto distintivo de sumar el salmón sakura, pez que suele llegar a los 4 kilos. En esta zona se pesca todo el año, con predominio de truchas marrones de marzo a junio, anádromas de 3 a 4 kilos. Luego se retoma la pesca de las arco iris, que va en aumento hasta octubre. El río Jeinimeni es un destino truchero que no debe dejar de visitarse. Guía de pesca: Pedro Gallego, Tel.: (0397) 624-8801, quien realiza descuentos importantes a grupos familiares.
Y ya que estamos en zona, no debemos dejar de recorrer la famosa Ruta 41, la más alta de la provincia, que en sus 140 km va pasando del monte al bosque, cambiando climas y pasando por el bellísimo Monte Ceballos, con sus arboledas de ñires y lengas que ofrecen fotos de ensueño. Tampoco dejar de conocer la famosa Cueva de las Manos para conectarnos con el arte de nuestros pueblos originarios. Ahí cerca, Lago Posadas, una localidad en pleno crecimiento, ofrece un imperdible paseo por un camino que separa dos lagos, el Posadas y el Pueyrredón, otra postal que quedará prendida en las retinas y en donde podemos llevar la caña para despuntar el vicio.
Puerto Madryn
Se encuentra en el Golfo Nuevo, Chubut, y está formada por la Península Valdés y Punta Ninfa. Allí, en un paisaje mesetario, hay playas de canto rodado y arena que son territorio de caza del róbalo, especie que puede pescarse con carnada natural o con mosca. Julián Martino, especialista en fly, cuenta que hay que tener muy en cuenta las mareas para dar con los róbalos patagónicos, que son de gran amplitud y dejan al descubierto formaciones de plataformas de abrasión de olas (restingas) que son cubiertas y descubiertas con las mareas, lugares que albergan una gran cantidad de vida. Los momentos de mayor actividad son cuando el agua comienza a subir, es ahí cuando los peces se mueven en busca de alimento o refugio.
La especie más requerida, el róbalo patagónico, un pez que durante el otoño-invierno tiene mayor actividad, ya que comienza su ciclo reproductivo. Debido a este suceso lo podemos encontrar cerca de la costa en aguas poco profundas, acechando peces pequeños, crustáceos, poliquetos y algas bentónicas. Alcanza tamaños de 800 g a 3 kg (zona de Península Valdés). Se los pesca en fly con equipos compuestos de caña #6 y líneas de flote con torpedo agresivo para poder castear moscas lastradas y con viento, líder de 9 a 10 pies y tippet 0x. Es fundamental usar wader y botas, ya que la pesca es de vadeo. Julián Martino, guía especialista consultado, usa dos tipos de moscas: La Marmunida, que imita a un bogavante, y otras con colores llamativos que generan irritación. Si, en cambio, queremos pescar pejerreyes a rabiar con tiros mínimos, podemos visitar playa Garipe, cerquita de Puerto Pirámides, donde con camarón cortado en cubitos, teñido de amarillo y saborizado con aceite de caballa, se logran piques muy intensos. De paso, con suerte, podemos ver ballenas. Guía de pesca: Julián Martino, Tel.: (0280) 468-0232.
San Blas
El paraíso de la pesca deportiva marina cuenta en invierno con las tres especies de pejerrey más importantes: el escardón, el corno o manila, y el panzón. Se puede pescar en la playa de arena y en la zona de mar abierto, la del banco de arena al que se accede solo en vehículos 4x4 y en donde el objetivo específico es el pejerrey panzón. La otra opción es la ría, donde se hace pesca de embarcados en lanchas tracker. Como especies de variada puede quedar alguna pescadilla, pero es una lotería lograrla en invierno. Y para quienes buscan una pesca fina, el róbalo se da en la ría y en la playa de canto rodado. Guía de pesca: Fernando Riera, Tel.: (011) 6738-8324.
Monte Hermoso
En este bello balneario del sur de la provincia de Buenos Aires hay mucho por descubrir. Además de visitar el museo local y el faro, hay una colección natural con huellas dejadas por el hombre y siempre es una tentación correrse unos pocos kilómetros para hacerle unos tiros al pejerrey lagunero en Sauce Grande, cuna de matungos. Pero si decidimos hacer pesca de playa, las propuestas más firmes este mes pasan por la abundancia de pejerreyes y los lenguados, con cebos naturales o artificiales. El avistaje de aves en safari fotográfico es otra opción de creciente interés. Referencia en la zona: Daniel Sframelli, Tel.: (02932) 468054.
Mar del Plata
Mardel es un destino turístico y pesquero de todo el año, donde además de visitar el Aquarium y su Museo de Ciencias Naturales o pasear por el puerto, hay que llevarse la cañita telescópica para visitar las escolleras y buscar pejerreyes, o una de lance para ir tras las pescadillas en la zona de La Perla. En Playas del Faro, bajando por el balneario Horizonte (que cobra un pequeño canon) con vehículos 4x4, con suerte podemos tentar algún corno, si es que arriman, o lograr dobletes de escardones. Y en zona del Alfar tenemos el pesquero Piedra Marina, otro sitio privilegiado para hacer intentos al pejerrey. Muy cerca, laguna De Los Padres invita también a darse el gusto con pejerreyes laguneros en un entorno de sierras maravilloso. Y para pescas de altura, nada mejor que los excelentes guías del motonáutico marplatense como Mariano de la Rúa (Tel.: 0223 400-0813), Nicolás García (Tel.: 0223 439-4359) y Sebastián Arbizu (Tel.: 0223 400-3575).
Lezama
El corredor de Ruta 2 ha quedado con lagunas devastadas por la sequía, pero con una a favor que tiene que ver con la importante presencia de pejerreyes juveniles en el río Salado. Lezama, como epicentro de esta movida, permite estar a tiro de excelentes pesqueros donde con líneas de tres boyas y puntero impulsor, o con un paternóster o línea de fondo, podemos lograr muchos pejerreyes en una pesca de acción y reacción frecuente, ideal para enseñar a los niños los rudimentos de esta pesca. A la derecha del Salado y Ruta 2 (Km 166) tendremos pesqueros clásicos como Guerrero, La Postrera y El Destino, mientras que a la izquierda estarán Don Eduardo y La Florida. Por último, cruzando el río y girando a la izquierda en La Escuelita, si transitamos 12 km vamos a terminar en La Cascada (Canal 15, ya partido de Castelli). Guía de pesca: Jorge Damario, Tel.: (02241) 681-797.
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