Con la intención de realizar un nuevo relevamiento de pesca, le cursé la invitación a mi querido amigo y colaborador Jorge Alberto Robson, quien de inmediato me confirmó su asistencia y nos pusimos a ultimar detalles para visitar el Pasaje Talavera al día siguiente. Bien temprano, nos pusimos camino al camping Recreo Keidel por Ruta Provincial 6, donde paramos en Carnadas el Toro para aprovisionarnos de unas generosas porciones de lombrices y tripas de pollo. Este puesto, clásico para los pescadores, ahora se ubica en RP 6 y Juan de Garay, calle de ingreso al viejo balneario de Campana.
Río Paraná: bogas del Palmas
Ya en la guardería procedimos a quitar las lonas de Gino y, una constante en estos tiempos, nos pusimos abundante repelente para los mosquitos. Con todo lo necesario a bordo, colocamos proa rio arriba del Pasaje Talavera, y después de unos minutos de navegación, fondeamos sobre la margen derecha, en unos quince metros de profundidad.
Armamos nuestros equipos compuestos por varas de hasta 2,10 metros, reeles rotativos y del tipo huevito, con plomos de 80 hasta los 110 gramos. En los anzuelos corvineros número 2 y 3, encarnamos con generosas porciones de lombrices, tripa de pollo, hígado vacuno, maíz fermentado y masas, tratando de tentar a las esquivas bogas de esta temporada. No tardaría en aparecer una señal que nos llevaría a movernos, ya que el agua estaba bajando y corriendo mucho, generando una alfombra de grandes camalotes, tal es así que uno de ellos se nos agarró del cabo del ancla y nos dio un trabajo extra para soltarlo.
Motor en marcha, cruzamos a la costa contraria en busca de un sector de reparo de la bajante de camalotes, y así fue que encontramos un lugar muy bueno fondeando en una profundidad de siete metros, y teniendo afuera, entre 13 y 16 m. Reacondicionamos equipos y carnadas, realizando los primeros intentos con una actividad que no demoró, con un pique inicial de un ejemplar de pati.
Posteriormente, se comenzaron a dar bagres amarillos de lindos portes, bagres blancos y picudos. En su gran mayoría, todas las capturas se estaban dando con tripa de pollo. Las demás carnadas permanecían como las habíamos colocado en los anzuelos. En un momento, en uno de mis equipos encarnados con tripa obtuve un pique clásico de boga, clave con firmeza y comencé a sacar la pieza, efectivamente se trató de la primera boga personal de esta temporada, la que rondó arriba de los dos kilos.
Una situación demasiado curiosa fue que, al recibir un pique en uno de mis equipos encarnados con maíz fermentado, comencé a traer la pieza pensando que era boga y al salir fuera del agua se trató de un pirá pitá o salmón de río, que preferentemente pica con carnadas blancas.
La jornada continuó con capturas y piques que, en líneas generales, no se cortaron en ningún momento, con algunas boguitas medianitas y armaditos de hasta el kilo de peso. Pasado el mediodía, ya en las primeras horas de la tarde y como se dice con la pesca hecha, en momento de una temperatura extremadamente calurosa y sin viento, decidimos con Jorge dar por finalizada esta jornada espectacular donde no tuvimos tiempo casi de almorzar.
Con el motor en marcha nos vinimos aguas abajo lentamente, disfrutando del hermoso paisaje y la naturaleza que nos regala siempre esta zona de nuestro Delta y con un Talavera que, una vez más, pagó con creces.
Servicios:
- Camping Recreo Keidel. Guardería y bajada de lanchas. Tel.: (03487) 15 470576.
- Carnadas El Toro. Tel.: (011) 15 24256095.
Galería de imágenes
Comentarios