La vuelta de un clásico de Tres Arroyos: La Tigra

El panorama lagunar de los ámbitos del centro sudeste bonaerense no ha variado con respecto al año pasado, aunque algunos espejos han mostrado una recuperación. La falta de agua generó que lagunas como La Tigra, en el partido de Tres Arroyos, estén bajas y no rindan en recientes meses, pero, todo cambió para mejor en las últimas semanas, lo que generó que muchos aficionados opten por estos pesqueros.

Para llegar a La Tigra, tenemos varias alternativas, ya que disponen accesos Santa Irene, de Fernando Ambrosius, el campo de Di Croce y, a quien visitamos usualmente, Martín Zubillaga. Para acceder, pasamos la ciudad de Tres Arroyos, y nos vamos a encontrar con la ruta provincial 85, la cual tomaremos a la derecha y seguiremos por ella unos pocos kilómetros, para bajar, sobre mano izquierda, en la segunda bajada que encontramos. Tras un corto trayecto de tierra, llegamos a la laguna. Este espejo no cuenta con ninguna instalación, no hay baños, ni bajada de lancha, todo lo tiene que hacer el pescador, bajarse la lancha y al final de la jornada subirla. Dista 505 km de CABA, y tiene una superficie estimada en 380 hectáreas, con una profundidad máxima de 4 m. Su fondo es de barro y tosca, con costas de barrancas bajas, en general de la misma composición del fondo, a lo que se suman algunos declives suaves con barro y manchones de juncales que emergen del bello espejo. 

La costa que da a la ruta nos ofrece una menor profundidad y muy buenos piques de pejerreyes de 25 a 35 cm, con alguna sorpresa entreverada. En cambio, anclando frente a las barrancas del ingreso o en varios puntos del centro del espejo, donde la profundidad es más importante, la chance de un buen matungo se acrecienta. Podemos usar cañas que van de los 4 a los 4,50 m, reeles cargados con multifilamento de 0,12 mm y nailon de 0,26 mm. Con varios aparejos que rinden, arrancando por el tradicional de flote, con tres boyas y bajadas desde 20 cm al metro, pasando por el tradicional paternoster, que trabaje entre los 2,5 a 3 m, y líneas de dos boyas, similar a la que usamos en La Brava en Balcarce, con anzuelos N° 1/0 y bajadas que iban de los 2,5 a 3 m, algo reforzadas para no perder esas piezas inolvidables que por ahí se dan. Entre las carnadas, siempre rinde una mojarra viva grande, un filet colgado de dientudo al natural, que le da movimiento y volumen al encarne o bien el filet del mismo peje. No descartemos la doble mojarra, una pasada por el anzuelo, y la otra colgando, las carnadas coloreadas, ni tampoco, la anchoa o el magrú, cebos muy usados en los pesqueros del centro sudeste bonaerense.

En este espejo, es clave un dato. La diferencia de piques cuando sale el sol es notoria. En ese momento, las boyas corren firmes ante el pique, con respecto a cuándo se nubla, donde la actividad decrece exponencialmente. No sólo es importante que sople una brisa, sino que parece que estos “tigres” son fanáticos del sol.

Por estos días, la temporada arrancó muy firme. De costa, abundancia de piques de piezas de todo tamaño, y embarcados, se suma la chance de una muy buena calidad de capturas, debiendo seleccionar los ejemplares con el tamaño de anzuelo y de la carnada. Sin dudas, La Tigra volvió y es una de las grandes alternativas para este periplo piscatorio 2024. 

Servicios: 

• Campo Zubillaga. Tel.: (02983) 64-4118
• Campo Santa Irene. Tel.: (02983) 38-1952. 
• Campo Di Croce. Tel.: (02983) 52-1602.