Ginés Gomariz es uno de los históricos periodistas de la pesca deportiva. Escribió en varios medios y, en octubre de 1972, su firma aparece en una nota sobre tarariras. Es el número inicial de Weekend y registra una de las pescas más populares de nuestro país hasta el presente. Como buen mosquero, Gomariz incluye también al fly como una posible manera de capturarlas en Las Encadenadas de Chascomús, por entonces paraíso de ejemplares que superaban los tres kilos.
¿Qué edad tienen los peces que pescamos?
En la sección “Equipos y novedades” de ese mismo ejemplar pueden verse cucharas de la firma Del, como Criolla y Toby, empresa que durante años aparecerá en muchísimas pescas de spinning (el bait no se arraigará en la Argentina hasta 2010), de la mano de su propietario, “Pocho” Ianone.
Tiempo de tarariras nómades
Tan apasionado era Gomariz por los artificiales que, al mes siguiente, promueve la pesca de tarariras con jigs y señuelos de superficie de Heddon. Y, en breve, muestra una amplia selección de engaños para pescar tarariras en clara competencia con lo que Roberto Zapico Antuña presentaba en la contemporánea revista Aire y Sol.
Taruchas combativas en Esquina
Un integrante de esta última en 1975 se muda a Weekend por los próximos casi treinta años: Rafael Guglielmi. Será también gran difusor de pesca de tarariras e, incluso, el primero en presentar una nota de las famosas tarariras tornasoles o azules, endémicas del río Uruguay y emblemáticas de este país vecino.
Con el paso del tiempo, los equipos de spinning se perfeccionan: la fibra de vidrio es reemplazada por el grafito; el nailon por el multifilamento, menos elástico y más fino a igual resistencia; los clásicos señuelos de cuerpo y cucharas por las gomitas o soft plastic. A partir del cambio de siglo, y del énfasis de la pesca con devolución para sostener los emprendimientos, algunas estancias privadas abren sus campos con pequeñas lagunas muy cuidadas para pescar tarariras, especialmente en las zonas cercanas a Junín, Bragado, 25 de Mayo y Chascomús.
Los fríos de 2007 más las grandes sequías en la provincia de Buenos Aires terminaron con muchos de estos espejos, mientras que se afirmaba la pesca de esta combativa especie con lanchas y guías desde distintos puertos del Delta, como Rosario, San Pedro, San Nicolás, Baradero, Villa Paranacito y Gualeguay, entre los más movidos hasta el día de hoy. Hacia mediados de la década pasada también se hicieron las primeras notas en los diques de Córdoba, de pocos pero grandes ejemplares, y las primeras coberturas de los enormes trairones del Amazonas brasileño. En cualquiera de sus especies, sigue siendo una de las pescas preferidas por los argentinos.
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