En 2017 el carguero Triumph solicitó un arribo forzoso en el puerto de Ensenada, estado de Baja California, México, para realizar reparaciones de maquinaria. Desde entonces, el barco no se ha movido debido a varias complicaciones que han surgido entre la tripulación y la empresa naviera. Lo más preocupante de la situación es la carga altamente contaminante que almacena el buque, que en caso de naufragar podría provocar un auténtico desastre ambiental.
Los contratiempos empezaron en 2018, cuando una empresa griega solicitó un embargo precautorio contra la empresa Triumph Maritime Limited, propietaria del carguero en cuestión. Esto generó que el barco no pudiera volver a navegar hasta que se resolviera el litigio.
Al poco tiempo, para volver la situación aun más compleja, la tripulación abandonó el barco después de denunciar que la empresa no le había abonado sus respectivos sueldos.
De esta forma, el barco de 190 metros de eslora (largo) y 30 de manga (ancho) quedó abandonado en las aguas de la bahía sin nadie que se haga cargo de él. Lo peor de todo es que el carguero contiene 273.000 litros de combustible y 47.000 toneladas de piedra bauxita, que podrían provocar un daño ambiental enorme si se llegara a producir un derrame.
El barco quedó fondeado cerca de la costa y se convirtió rápidamente en una parte más del paisaje cotidiano, pero con el paso del tiempo se empezó a percibir que su línea de flotación estaba cada vez más baja, lo que despertó las sospechas de que el agua estaba entrando al buque. Además, varios pescadores afirmaron que habían visto manchas de aceite o combustible cerca del Triumph.
Frente a esta alarmante situación, las autoridades gubernamentales y portuarias resolvieron empezar a descargar el contenido del buque fondeado para evitar que se hunda. En una primera instancia se aligerará su carga para así poder moverlo e ingresarlo a uno de los muelles del puerto, donde se terminará la descarga de combustible y minerales.
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