El fin de semana, dos cachorros de yaguareté y su madre fueron liberados en el Parque Nacional Iberá, en Corrientes. Se trata de Juruna, una hembra de 3 años que llegó al lugar, a mediados del año 2018 procedente de Brasil, tras quedar huérfana cuando su madre fue asesinada por un grupo de cazadores furtivos, y de sus dos pequeñas crías de casi cuatro meses: Sãso y Sagua´a, cuyos nombres en guaraní quieren decir “ser libre o suelto” y “ser salvaje o indómito”, respectivamente.
Los tres yaguaretés fueron liberados después de cumplir rigurosamente con dos requisitos fundamentales para los profesionales que estuvieron a cargo de su cuidado: no haber mantenido contacto alguno con seres humanos y ser capaces de autosustentarse o de cazar sus propias presas.
Como medida de precaución, y para seguir de cerca su control y cuidado, la madre fue liberada con un collar con GPS que, además de registrar su ubicación cada 3 horas, emite una señal de radio de frecuencia VHF que permite localizarla con suma facilidad y precisión.
“La conservación de la naturaleza tradicionalmente tenía una visión que era no tocar y dejar que ella haga sus cosas, no intervenir. Ese paradigma está cambiando y de eso se trata el rewilding, que es al revés: para conservar hay que hacer mucha intervención y manejo activo, porque el estado de situación es tal, que ya la protección sin tocar no alcanza. Ya perdimos casi todo, así que hay que restaurar”, comentó Sebastián Di Marino, director de Conservación de la Fundación Rewilding Argentina, a través de un comunicado de prensa difundido por la entidad.
“Las hembras tienen lugares más chicos y caminan menos. Los machos, además de establecer en territorio en función de presas, los establecen en función de hembras. Entonces, si nosotros soltamos primero un macho y no hembras, se iba a largar a caminar por todos lados y se iba a ir”, agregó el especialista.
Por su parte, Nicolás Lodeiro Ocampo, director ejecutivo de Red Yaguareté, una institución no gubernamental que fue fundada en 2001 con el objetivo de evitar la extinción de este felino en la Argentina, tampoco ocultó su inmensa alegría ante la liberación de los tres yaguaretés. “El potencial que existe de recuperación de la especie y de todo el ecosistema en el cual el yaguareté es la frutilla del postre, va a ser muy bueno”, manifestó el profesional.
“Hay que tomarlo hoy como una experiencia que está siendo probada, que es pionera en el mundo. Pero las luces que esto genera no deben descuidar el apuntar hacia las tres poblaciones del yaguareté que hoy subsisten tanto en la selva misionera como en la región chaqueña y en la selva de las yungas”, concluyó.
La liberación de estos tres yaguaretés tiene lugar tras el primer trío que fue liberado el pasado 7 de enero conformado por Mariua, la hermana de Juruna, y por sus dos cachorros: Karai y Porã.
Con estos seis ejemplares totalmente recuperados y nuevamente en su hábitat natural, el sueño de repoblar paulatinamente los Esteros del Iberá tras 70 años de la extinción de la especie en la provincia de Corrientes cada vez cobra más vida.
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