Si bien en las últimas décadas se lo creía extinto en la región, el guacamayo verde –también conocido como guacamayo militar-, ha registrado un alentador e importante crecimiento en Salta, según se desprende del tercer censo a nivel provincial y el primero de carácter binacional junto a Bolivia, que acaba de llevarse a cabo en dicha provincia norteña.
Este fenómeno se debe tanto a las numerosas tareas de protección, conservación y de control que se vienen llevando a cabo en sus hábitats naturales, como así también a la instalación de sistemas de monitoreo y a las campañas de sensibilización y de capacitación de los principales actores de la sociedad civil y de los agentes de control en la protección de esta colorida ave originaria de América, cuyo hábitat se extiende desde México hasta partes del norte de la Argentina.
“Más allá de los números, puede percibirse claramente que la población de estas hermosas aves va en aumento, y lo que antes resultaba toda rareza, como observarlos a simple vista en su entorno natural, hoy se da con mucha más frecuencia”, relató Flavio Moschione, miembro de la Administración de Parques Nacionales (APN).
“Hasta hace tiempo atrás no se acercaban a los pueblos, hoy están más cerca, porque ya no se los caza y se los identifica como un patrimonio natural”, agregó el especialista.
La población de guacamayos verdes se localiza en el extremo norte de Salta, en tanto que mientras los guardaparques pudieron observarlos por primera vez en 2007, cuando, por entonces, se contabilizaron tan solo unos 30 individuos en la zona de las sierras de Caraparí y de las quebradas vecinas, el censo de 2021 arrojó una población aproximada de entre 136 ejemplares como mínimo y 161 como máximo.
“Todos nos ayudamos mutuamente en lo que es la conservación de una especie y de su hábitat para mejorar, en definitiva, la calidad de vida de los habitantes de estos territorios. Lo importante son los procesos y su continuidad. Hay fuerza, capacidad y voluntad de seguir”, señaló Moschione.
Declarado Monumento Natural Provincial en 2011 y considerado de interés por varios municipios salteños, el guacamayo verde es el único que cuenta con población natural, por lo que todos los ejemplares existentes deben ser considerados inviolables, no pudiendo realizarse con ellos ninguna actividad, a excepción tanto de la investigación científica y de la interpretación ambiental, como así también del control y de la vigilancia para la protección de la especie.
“Lo más importante es el proceso técnico social que tiene que ver con el desarrollo del censo, la experiencia adquirida y la participación decisiva tanto de la provincia, que es la responsable de la conservación, como así también de los municipios, de las comunidades locales, de las ONGs, de los grupos de investigación y de Parques Nacionales”, concluyó Moschione.
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