El desierto de Sahara, el mayor arenal cálido del mundo que abarca una superficie de 9.200.00 kilómetros cuadrados a lo largo de los 11 países africanos que lo contienen, arrancó el año 2021 con una postal inesperada: sus gigantescas dunas de arena roja fueron cubiertas totalmente de blanco por una extraña tormenta de invierno que provocó una histórica y fuerte caída de nieve.
Las últimas tres veces que el lugar se había teñido de blanco en los pasados 40 años fueron en febrero de 1979, en enero de 2005 y, la más cercana, el 17 de enero de 2012.
En esta ocasión, el curioso hecho que fue captado por las cámaras del fotógrafo Bouchetata Karim tuvo lugar en la pequeña ciudad de Ain Sefra, Argelia, que se encuentra a casi 1.000 metros de altura sobre el nivel del mar y está rodeada por las imponentes montañas del Atlas.
"Estábamos realmente sorprendidos cuando nos despertamos y vimos todo el desierto cubierto de nieve. No podíamos creer lo que estaban viendo nuestros privilegiados ojos. Fue algo increíble, histórico e inusual en este lugar”, comentó Karim al diario británico Daily News.
— Bouchetata Karim (@BouchetataK) January 9, 2018
Con temperaturas que habitualmente superan los 50 grados centígrados, según los especialistas, este curioso fenómeno se debe, además de a las fuertes lluvias que azotaron al lugar, fundamentalmente a una razón climática: la amplitud térmica entre el día y la noche en el desierto es muy alta.
Durante el invierno, estos cambios se acentúan todavía más, pudiendo caer hasta los 15 grados centígrados bajo cero, una temperatura que, acompañada por las nubes, provoca el extraño fenómeno de poder ver nieve en el desierto.
El desierto africano no es el único que ha visto su cálida arena cubierta por el manto blanco, ya que el desierto de Gobi y el de Atacama, conocido por ser el más árido del mundo, también fueron escenarios de inusuales nevadas.
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