Un estudio llevado a cabo por un equipo de 17 científicos de la Universidad de Leeds, Inglaterra, con el objetivo de rastrear las existencias y los flujos de plástico alrededor el mundo, advierte que, entre los años 2016 a 2040, se arrojarán más de 1.300 millones de toneladas de plástico en tierra y en los océanos, con las graves consecuencias que ello acarreará para el planeta, a menos que los gobiernos apliquen políticas más drásticas al respecto.
En el trabajo que fue publicado recientemente en la revista Science, los especialistas también señalan que mejorar los servicios de recolección de residuos sería el factor más influyente para reducir la contaminación, ya que, según estima la Global de Gestión de Residuos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cerca de 2.000 millones de personas en el mundo no tienen acceso a un servicio de recogida de residuos, y se espera que, para 2040, esa cifra trepe a unas 4.000 millones.
Incluso, con esfuerzos inmediatos y concertados, 710 millones de toneladas de desechos plásticos se desecharán en el medio ambiente: 460 millones de toneladas en tierra y 250 millones de toneladas que terminan en los mares.
“Esta investigación científica nos ha proporcionado por primera vez una visión integral de las asombrosas cantidades de desechos plásticos que se vierten en los ecosistemas terrestres y acuáticos del mundo. Ahora tenemos una imagen mucho más clara de las fuentes de la contaminación y donde finalmente termina”, explica el doctor Costas Velis, profesor de Sistemas de Eficiencia de Recursos en la Escuela de Ingeniería Civil de la Universidad de Leeds y principal responsable del estudio.
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“A menos que el mundo actúe, estimamos que más de 1.300 millones de toneladas de contaminación por plástico terminarán en tierra o en masas de agua para 2040. Aunque esa cifra es enorme, podría ser aún mayor si no fuera por el hecho de que una gran cantidad de los residuos se quema abiertamente, aunque esa quema también conlleva un importante costo ambiental”, agrega el especialista.
La investigación muestra que cada tonelada adicional de plástico recuperada reduce la contaminación del medio ambiente acuático en 0,18 toneladas. “Por lo tanto, en el corazón de cualquier solución efectiva debería estar la provisión de servicios de gestión de residuos sólidos e infraestructura para todos, un objetivo clave del Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 de la ONUK”, asegura Velis.
Plásticos: el gran rol de los recicladores
Por otra parte, el estudio da cuenta de que en el mundo hay cerca de unos 11 millones de personas que recogen alrededor del 58 % de todo el material plástico que se recicla en todo el planeta. Y si bien, a pesar de que los llamados “recicladores” tienen un rol importante en la reducción de los desechos plásticos mundiales, la gran mayoría de ellos trabaja bajo pésimas condiciones de trabajo.
“La inclusión, la integración y la habilitación de la auto-organización de los recicladores son fundamentales para apoyar la economía circular en el Sur Global”, señala Veils, quien si bien reconoce que no existe una única solución que de forma individual reduzca el flujo de desechos plásticos hacia los océanos, está convencido de que “todas juntas podrían reducir el flujo de plástico hacia los océanos en un 80 por ciento del nivel proyectado para el año 2040”.
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