Un 22 de diciembre de 1989, en Berlín,se abría la puerta de Brandeburgo acabando con 30 años de división de las dos Alemanias. De hecho, esta antigua entrada a la capital germana que fue construida entre los años 1788 y 1791 por el arquitecto Carl Gotthard Langhans , es la única que queda en pie de las 18 puertas que tenía la ciudad en el pasado.
Inaugurada en 1791, y estratégicamente ubicada en el actual centro de Berlín, más precisamente en la Plaza París, se trata de una gigantesca construcción de 26 metros de alto, 11 metros de largo y 65 metros de ancho que, gracias a su estilo neoclásico, recuerda a las construcciones de la Acrópolis de Atenas.
Mientras en su parte superior presenta una maravillosa cuadriga que representa a la Diosa de la Victoria en un carro tirado por cuatro caballos en dirección a la ciudad, los relieves laterales representan las labores de Hércules, héroe de la mitología griega. En tanto, en las paredes exteriores hay dos esculturas: una de Minerva, Diosa de la Sabiduría y otra de Marte, Dios de la Guerra.
Cabe resaltar que la estatua que se puede ver actualmente es una copia hecha en Berlín Oeste en 1969, ya que la original quedó destruida durante la Segunda Guerra Mundial. Una de las cabezas de los caballos originales se conserva en el Museo Märkisches de Berlín.
Portón històrico
Aunque la puerta cuenta con cinco entradas, desde su construcción hasta el año 1918, el paso central de la puerta sólo podía ser utilizado por miembros de la familia real y por algunos aristócratas.
Durante muchos años, este imponente monumento gozó del esplendor que le correspondía, viendo pasar bajo sus arcos a los miembros de la realeza y a las tropas de Napoleón, al tiempo que también fue testigo de varios desfiles del ejército nazi. En 1956, ambas partes de la ciudad dividida se unieron para reconstruir la puerta. Pero, cinco años más tarde, tras la construcción del Muro de Berlín, la puerta quedó perdida en tierra de nadie, atrapada entre el este y el oeste, sin que prácticamente nadie tuviera acceso a ella.
Afortunadamente, poco tiempo después de la caída del Muro de Berlín que posibilitó la reunificación de las dos Alemanias, puntualmente el 22 de diciembre de 1989, la Puerta de Branderburgo volvió a abrir sus puertas para, de ahí en más, transformarse en uno de los lugares más visitados por los turistas que se agolpan frente a su majestuoso semblante para filmarla, grabarla, sacarle fotos o simplemente recorrerla detenidamente, rindiéndose ante la inigualable belleza arquitectónica e histórica de esta gran puerta símbolo de paz.
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