Ante una serie de imprevistos fallos técnicos, sorpresivamente, la NASA anunció a través de su página oficial la postergación del lanzamiento a la Luna de la misión Artemis I que estaba previsto para la mañana de hoy, lunes 29 de agosto.
El poderoso cohete SLS con la cápsula Orión en su cúspide se mantenía a la expectativa en la plataforma 39B del Centro Espacial Kennedy, hasta que la mencionada agencia espacial norteamericana dio a conocer la noticia de la cancelación que provocó enorme desazón entre las cerca de 200.000 personas que habían viajado hasta Miami, Florida, EE.UU, con la ilusión de presenciar en vivo y en directo el histórico acontecimiento.
Cabe recordar que la NASA había advertido que en caso de que hoy no despegara esta histórica misión, que supone una vuelta al satélite terrestre al cabo de casi medio siglo, las fechas tentativas para un segundo intento eran los días viernes 2 y lunes 5 de septiembre próximos.
Previo a la cancelación, los ingenieros estaban solucionando un “problema de sangrado del motor” en la plataforma de lanzamiento, así como la acumulación de escarcha detectada en un sello interior del tanque, según expresó un comentarista de la NASA en un webcast.
“Mientras continúa la carga de oxígeno líquido en la etapa de propulsión criogénica provisional y los tanques de la etapa central continúan rellenándose con propulsores, los ingenieros están solucionando un problema que condiciona uno de los motores RS-25 (motor 3) en la parte inferior de la etapa central”, informó la NASA.
“Los controladores de lanzamiento acondicionan los motores aumentando la presión en los tanques de la etapa central para purgar parte del propulsor criogénico a los motores del cohete para llevarlos al rango de temperatura adecuado para arrancarlos. El motor 3 no se está acondicionando correctamente a través del proceso de purga y los ingenieros están resolviendo problemas”, concluyeron los responsables del fallido lanzamiento.
Sucesora del programa Apolo, la misión Artemis 1 consiste en un vuelo de prueba de seis semanas no tripulado alrededor de la Luna y de regreso. El cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), de 32 pisos de altura y dos etapas y su cápsula para la tripulación Orión debían despegar desde el Centro Espacial, Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida.
Misión bautizada como Artemis I, el viaje inaugural del SLS-Orión tiene por objetivo central poner a prueba el vehículo de más de 2.5 toneladas y poner al límite el diseño antes de que la NASA lo considere fiable para transportar astronautas.
Reconocido ya como el cohete más potente y complejo del mundo, el SLS también es el mayor sistema de lanzamiento vertical que la agencia espacial estadounidense ha construido desde el Saturno V que fue usado en el programa lunar Apolo, allá por los años 60 y 70.
Aunque no habrá humanos a bordo, Orión llevará una tripulación simulada de tres personas -un maniquí masculino y dos femeninos- provistos de sensores para medir los niveles de radiación y otras tensiones que experimentarían los astronautas de la vida real.
Uno de los principales objetivos de la misión Artemis 1 es probar la durabilidad del escudo térmico de Orión durante la reentrada, ya que golpea la atmósfera terrestre a 39,429 kilómetros por hora, o 32 veces la velocidad del sonido, mucho más rápido que las reentradas más comunes de las cápsulas de astronautas que vuelven de una órbita terrestre baja. En tanto que el escudo térmico está diseñado para soportar la fricción de la reentrada, que se espera que eleve la temperatura fuera de la cápsula a casi 2,760 grados Celsius.
El programa Artemis de la NASA-bautizado así en honor a la diosa que era la hermana gemela de Apolo en la antigua mitología griega, tiene como objetivo central regresar a la Luna a los astronautas a partir del año 2025 como así también establecer una colonia lunar a largo plazo como trampolín para futuros viajes aún más ambiciosos que envíen humanos a Marte.
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