Si bien la lluvia de meteoros Leónidas está visible desde el pasado 6 de noviembre, su pico máximo de actividad tendrá lugar durante las primeras horas de la madrugada de mañana, viernes 18, con la Luna en fase menguante en la misma constelación de Leo, según informó la NASA.
Aunque los especialistas advierten que en esta oportunidad la cercanía de la luna llena restará visibilidad a esta colorida lluvia de meteoros que podrá ser disfrutada desde ambos hemisferios, en el caso puntual de la Argentina, el fenómeno tendrá su momento de máximo esplendor exactamente a las 05:12 horas del viernes 18, cuando se observen entre unos 10 a 15 meteoritos por hora.
☄️ Esta semana se produce el pico de actividad de las Leónidas.
— Planetario de Madrid (@PlanetarioMad) November 14, 2022
🗓️ Será la noche del jueves al viernes, con la Luna en fase menguante en la misma constelación de Leo 🦁 pic.twitter.com/z5ZzLDPzLV
Por su parte, la Organización Internacional de Meteoros (IMO) informó que “la Tierra pasará en la madrugada del sábado 19 de noviembre por otra nube de escombros dejada hace 300 años por el mencionado cometa”
Famosas por las tormentas de meteoros que tienen lugar después del paso del cometa 55P/Tempel-Tuttle, .que fue descubierto en 1865 y tiene un periodo orbital de 33 años, el nombre de esta lluvia de meteoros se debe a la constelación de Leo -donde se ubica su radiante-, sector del cielo en el cual parecen surgir los meteoros que se caracterizan por ser particularmente brillantes y rápidos, por lo que dejan una suerte de “largos trenes de luz”, según explicaron los especialistas.
Cabe recordar que la última vez que el 55P estuvo en las cercanías del Sol fue en el año 1998 y que recién volverá a estarlo en 2031.
Como sucede con todas las lluvias de este tipo, los especialistas advierten que no se requiere de ningún elemento especial para observarlo, en tanto que para poder disfrutarlo a pleno, lo mejor es hacerlo desde un lugar lo más alejado posible de las luces de los grandes centros urbanos, mirando el evento hacia el noreste, en dirección opuesta a la Luna, para que su resplandor no estorbe y empezar la observación a partir de la medianoche para acostumbrar a la vista.
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