Si bien desde el pasado domingo 28 de noviembre los amantes de la astronomía ya pueden disfrutar de la lluvia de estrellas Fenícidas, entre la noche de hoy, miércoles 1 de diciembre, y las primeras horas de mañana, jueves 2, este fenómeno alcanzará su punto cúlmine de actividad.
En el caso puntual del Hemisferio Sur y puntualmente de la Argentina, el fenómeno podrá apreciarse en su mayor intensidad entre las 02.00 y las 06.00 del jueves.
Las Fenícidas tienen su origen en el cometa 289P/Blanpain, el cual tras ser descubierto el 28 de noviembre de 1819 por el astrónomo francés y director del observatorio de Marsella Jean-Jacques Blanpain, posteriormente desapareció por casi 200 años.
En tanto, en el año 2003 los astrónomos descubrieron un cuerpo menor que se movía en la misma órbita que el cometa Blanpain hace más de 100 años. Fue precisamente en ese momento en el que constataron que se trataba de los restos del mencionado cometa.
Su nombre proviene de la constelación Fénix y fueron vistas por primera vez, en 1956, durante la primera expedición al Océano Índico. Pero, al igual que lo que le sucedió al cometa que les dio vida, dejaron de apreciarse durante 60 años, lo que llamó poderosamente la atención de toda la comunidad científica mundial.
Si bien según un comunicado de prensa difundido por el Comité Nacional Noche de Estrellas de México, este año la actividad de las Fenícidas será baja, el espectáculo se unirá a las Oriónidas, que aún se encuentran cruzando el firmamento, lo cual permitirá ver hasta cinco meteoros por hora.
“Son lluvias de meteoros poco intensas. Su actividad combinada permitirá observar unos cinco meteoros por hora. Sin embargo, coinciden con la luna cercana a la fase nueva, de manera que si se las observa desde un sitio lejos de la luz artificial no habrá brillo que interfiera”, explica el comunicado.
Además, para poder apreciar al máximo a las Fenícidas, los especialistas recomiendan ubicar en el firmamento la constelación de Fénix utilizando alguna de las Apps especiales para tal fin, como SkySafari para Android, o Skyview para iOS.
Y, al igual que en el caso de las otras lluvias de estrellas, aconsejan mirarlas desde lugares bien altos, despejados y los más alejados posible de las grandes urbes, para evitar la contaminación lumínica y, así, poder disfrutar de uno de los últimos fenómenos astrales del año a simple vista y en todo su esplendor.
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