Como consecuencia de la histórica bajante que está aquejando al río Paraná a lo largo de todo su cauce, la reproducción de peces fue prácticamente nula por tercer año consecutivo, lo que pone en serio peligro a los ejemplares aptos para el desarrollo de las diferentes especies ictícolas, según un estudio elaborado por el Instituto de Ictiología del Nordeste (INICNE), dependiente de la Facultad de Ciencias Veterinarias - Universidad Nacional del Nordeste.
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"Tenemos certificado que no hubo buena reproducción en las últimas tres temporadas, y, al mismo tiempo, con análisis que se hacen en el valle de inundación buscando juveniles de un año o menos de 20 centímetros, está confirmado que fue prácticamente nula la actividad reproductiva", explicó Sebastián Sánchez, subdirector del INICNE, en diálogo con Radio Dos de Corrientes.
"La reproducción ocurre cuando el río crece de manera importante en poco tiempo. Si los peces están preparados y el río crece eso va a generar un desove. El año pasado hubo pequeños picos y se verificó que se reprodujeron, pero si el nivel no se mantiene, esos huevos y larvas terminan muriendo”, agregó el especialista.
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Si bien, la mayoría de los pronósticos meteorológicos indican que esta bajante extraordinaria del Paraná está cerca de concluir, los especialistas creen que la situación no será positiva para la fauna en el corto plazo, con una población de peces en fuerte disminución debido a estos episodios climáticos como, así también, a la fuerte presión de pesca.
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"Los peces que tenemos hoy son animales de mínimo 6 o 7 años. Si bien eso es saludable porque están en edad de reproducirse, si no hay una creciente en primavera-verano vamos a tener un año más sin que la población de peces genere los nuevos animales que se necesitan para mantenerse y año a año vayan disminuyendo", advierte el informe.
“Se necesita que el río esté en por lo menos 3 o 4 metros, para que cuando venga una creciente alcance la costa, las larvas puedan sobrevivir en ese valle de inundación y se mantengan ahí 2 o 3 meses seguidos", agregaron los especialistas.
Por último, el estudio hizo hincapié en las graves consecuencias que tiene la pesca extractiva en este preocupante contexto, al advertir que si no hay aporte de individuos jóvenes y todos los años sigue igual, en dos o tres años más, los peces van a estar en menor cantidad.
"Por más que haya estado prohibido, mucha gente pescó igual. La pesca comercial continuó de la misma manera. Desafortunadamente, Paraguay estimula mucho la pesca comercial e, incluso, compran clandestinamente pescado a Chaco y Corrientes. Además, se está sosteniendo una actividad comercial que ni siquiera se aprovecha en Argentina", concluyó Sánchez.
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