La increíble historia de Tommy Thompson, uno de los más famosos cazadores de tesoros del mundo

Si hay algo que siempre desveló al científico e investigador norteamericano Tommy Thompson fue convertirse en un valiente cazador de tesoros. Claro que, muchas veces, sus malos procederes lo llevaron a tener serios problemas con la justicia.

Tal es así que desde hace cinco años se encuentra en prisión por negarse a dar información acerca de dónde tiene guardado el tesoro compuesto por unas 500 monedas de oro valuadas en 4 millones de dólares que encontró en el interior de un viejo vapor del siglo XIX que, aún hoy, sigue hundido en la costa de Carolina del Sur. 

La historia cuenta que, allá por 1988, un grupo conformado por 161 inversores privados le había pagado de antemano a Thompson  12.7000.000 dólares para que encontrara un tesoro que se encontraba en el interior del SS Centroamérica , también conocido como el Barco de Oro, que había sido construido durante la era de la fiebre del oro de California y estuvo en actividad hasta que el 12 de septiembre de 1857, las velas y las calderas fallaron y el barco se hundió. 

Según informes de la época, como consecuencia de la tragedia, de las 578 personas que se encontraban a bordo, murieron 425, mientras que varias decenas resultaron con heridas de distinta índole.

Pero una vez que lo hizo, el tramposo cazador de tesoros decidió quedarse con el preciado botín que había descubierto y, en 2012, huyó a Florida para evitar ser demandado por los inversores ante la justicia.

Pero, esta vez su jugarreta no le salió para nada bien ya que, tras encontrarlo en el departamento de una amiga en Boca Ratón, fue aprehendido y sentenciado a una condena de dos años de prisión y al pago de 250.000 dòlares.

Si bien a comienzos del mes de octubre de este año, Thompson pidió que se lo dejara en libertad debido a que sufría del Síndrome Crónico de Fatiga, finalmente las autoridades policiales le negaron su pedido por lo que, lamentablemente para los desafortunados inversores el paradero de las 500 monedas de oro por las que a Thompson le pagaron de antemano una fortuna sigue siendo un completo misterio.