El Telescopio Espacial James Webb (JWST) de la NASA sigue protagonizando grandes hitos astronómicos que no paran de sorprender, o de preocupar, a la comunidad científica mundial. Como por ejemplo el reciente hallazago de rastros de agua en el enigmático y multimillonario asteroide Psyche, conocido por su alta concentración de metales, lo que, según afirman los especialistas, está provocando su oxidación.
El asteroide 16 Psyche es particularmente inusual: tiene un diámetro de aproximadamente 280 kilómetros, una forma alargada que recuerda a una papa, y, en un principio, se creía que estaba compuesto casi enteramente de metal. Su superficie extremadamente reflectante llevó a los científicos a proponer que podría tratarse del núcleo expuesto de un planetesimal, lo que ofrecería pistas vitales acerca de la formación de planetas como la Tierra. Algunos expertos incluso llegaron a valorar los componentes metálicos del asteroide en unos 10,000 billones de dólares, lo que lo convertiría en una verdadera mina de oro en el espacio, según reveló Space.com.
Para poder establecer si Psyche realmente tiene agua, un equipo de especialistas de la NASA y de diversas universidades utilizó el telescopio James Webb para investigar bien a fondo este asteroide. Los resultados preliminares, que fueron publicados en el Planetary Science Journal, sugieren que el reflejo inusual de Psyche podría deberse a la presencia de hidroxilo, un grupo químico que solo necesita un átomo de hidrógeno para convertirse en agua. En tanto que gracias a su gran capacidad para medir la luz infrarroja, el JWST fue esencial para detectar estas señales.
"Psyche tal vez se haya originado más allá de la ‘línea de hielo’, la distancia mínima del Sol donde las temperaturas permiten que los compuestos volátiles se condensen y formen sólidos", explicó Anicia Arredondo, física planetaria del Instituto de Investigaciones Southwest.
Psyche húmedo: el papel vital del Telescopio James Webb
"A pesar de estos avances, los datos actuales no son concluyentes ya que aún no está claro si el hidroxilo y el agua son intrínsecos al asteroide o si llegaron a él a través de impactos de otros cuerpos celestes", concluyó la coautora del estudio.
Ahora, se espera que la sonda Psyche, al llegar en 2029, pueda proporcionar más información, como evidencia de un campo magnético antiguo y una composición química detallada, lo que ayudaría a los científicos a esclarecer la historia de este misterioso asteroide.
Por su parte, la NASA confirmó que va a llevar a cabo otros estudios con el objetivo de establecer con precisión en qué lugar de la superficie de Psyche se encuentran los metales hidratados que están provocando su preocupante oxidación, como así también analizar si provienen de procesos internos o de colisiones con otros asteroides.
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