Una vez entrado el mes de septiembre podemos dar por iniciada la temporada de pesca de dorados en la localidad entrerriana de Concordia, aun cuando el invierno nos sigue castigando con intensos fríos. En ese contexto, días pasados decidimos visitar la zona de Salto Chico, piedras que siempre nos entregan sorprendentes resultados.
Lingotes dorados en la costa uruguaya
Para concretar esta salida con éxito no dudamos en combinar con nuestro guía referente en la zona, German Vázquez, quien actúa en la zona desde hace mucho tiempo conociendo al detalle los movimientos de los cardúmenes. En la excursión no estaríamos solos, sino que nos acompañarían pescadores de Río Cuarto (Córdoba) y Luján.
Con río bajo, buenos dorados en El Rabón
Concordia: la zona donde los sueños se cumplen
A las 9 de la mañana estábamos en el Club de Pesca Concordia, y tras una corta navegación de 25 minutos llegamos al punto elegido, que no era otro que Salto Chico, un sitio cuyo fondo está conformado por piedras grandes que están sumergidas y ahora quedan a 2 metros de la superficie, con fuertes correderas a los costados y abruptos cambios de profundidad que albergan en estos momentos gran cantidad de dorados al acecho de sus presas.
Comenzamos pescando sobre las correderas de Salto Chico con carnada. Usamos sabalines a los que hay que pasarlos por el anzuelo una sola vez, por el lomo, para dejarlos vivos. Las respuestas aparecieron rápido, ya que en la primera bajada ya se dieron 2 piques, de los cuales pudimos subir un hermoso dorado de 4 kilos que fue devuelto luego de extraer el anzuelo. La segunda pasada ya fue con más acción, con casi todos los pescadores con piques, logrando 2 capturas más de ejemplares medianos. La actividad se mantuvo así durante toda la mañana, con un pique intenso. Prácticamente era tocar el fondo del río que los dorados tomaban muy bien los sabalines y producían unas corridas tremendas.
Otras variantes
Por la tarde, decidimos cambiar de técnica de pesca, aprovechando que los amigos de Luján fabrican señuelos. German nos hizo garetear cerca de las correderas principales o buscando por la orilla, zonas a las que arrojamos los señuelos de paleta media buscando que trabajen contra la correntada para que profundicen, con esta entretenida técnica logramos muy lindas capturas de dorados medianos que fueron devueltos al río. Hay que decir que tanto para pescar con señuelos o carnada, se debe usar multifilamento de 20 a 22 libras (1 libra = 453.5 g), para facilitar la clavada y cañas de grafito que vayan de 15 a 25 libras.
A días del inicio de la primavera y con un verano que asoma a la vuelta de la esquina, los dorados de Concordia nos esperan para ir por ellos. Sin dudas, vale la pena una escapada a solo 450 kilómetros del microcentro de la Capital Federal.
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