Mundialmente reconocidos como los grandes depredadores de los océanos, y en la cima de la cadena alimenticia, los tiburones cumplen un papel fundamental en el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas marinos.
Si bien representan uno de los grupos de especies más antiguas del planeta, según datos oficiales, actualmente hay más de 500 especies de tiburones que se encuentran amenazadas tanto por la sobrepesca y la pesca incidental como, así también, por la cada vez mayor contaminación de los océanos y la demanda mundial de productos a base de tiburón.
De hecho, según un reciente estudio elaborado por el Fondo Mundial para la Naturaleza ya se ha perdido cerca del 90% de la población mundial de tiburones, al tiempo que entre las especies más perjudicadas se encuentra el tiburón gatopardo (Notorynchuscepedianus), que está clasificado como Datos Insuficientes por la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
Por esa razón, un grupo de investigadores de distintas instituciones argentinas, entre ellos Fundación Temaikén, el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO)-Universidad Provincial del Sudoeste (UPSO), la Dirección Provincial de Pesca del Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires y la firma Pan American Energy, lleva adelante desde 2015 un plan de estudios con el objetivo de generar información clave para la conservación de este tiburón, habitante permanente de las costas argentinas.
Mientras en el mar Argentino hay presentes unas 55 especies de tiburones, siendo algunos habitantes permanentes y otros estacionales, en el mundo aún falta información fundamental acerca de la dinámica poblacional en áreas costeras, hábitat de claves para su protección debido a su uso como áreas de parición, apareamiento y cría de juveniles.
“Incrementar la información disponible sobre un grupo de especies carismáticas y de interés socio cultural, como los grandes tiburones, sin duda cambiará la percepción sobre la importancia y cuidad del mar Argentino de muchas personas atraídas por estos impactantes depredadores”, comenta Federico Argemi, biólogo responsable del Acuario de Fundación Temaikén y miembro de los equipos de trabajo en campo.
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