Un estudio llevado a cabo por dos profesores de la Universidad Simon Fraser, Canadá, afirma que las poblaciones de 18 especies de tiburones y de rayas han disminuido nada menos que un 70% desde 1970 a la fecha.
Según explicaron los autores del estudio, Nicholas Dulvy y Nathan Pacoureau, que fue publicado en la revista Nature, “a este ritmo muchas de las especies podrían desaparecer por completo en una década o dos, a lo sumo”.
“Cuando los especialistas analizaron los números de la población del tiburón de puntas blancas, una especie muy común en 1970, simplemente nos quedamos mudos", manifestó Nicholas Dulvy, copresidente del Grupo de Especialistas en Tiburones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
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“Hace una década hubiésemos tenido arduos debates a la hora de incluir un tiburón oceánico en la lista de especies amenazadas. Hoy, lamentablemente tanto en el caso de los tiburones como de las rayas es una triste realidad ya que muchas especies de ambos animales se encuentran en serio peligro de extinción”, agregó.
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Para la investigación, tanto Dulvy como Pacoureau recopilaron todos los datos sobre 18 especies que pudieron encontrar en todo el mundo, muchos de ellos archivados en informes gubernamentales o acumulando polvo en discos duros antiquísimos.
Gracias a la creciente toma de conciencia sobre la conservación de los tiburones, las agencias de gestión pesquera comenzaron a recoger datos sobre tiburones, y brindaron al equipo una valiosa cantidad de información actualizada.
De esa manera, los científicos juntaron en total unos 900 conjuntos de datos que abarcan desde el año 1905 a 2018, y cada grupo registra los cambios de población de una especie a lo largo del tiempo, dentro de una región determinada.
Además, gracias a la valiosa colaboración de varios expertos internacionales y modelos informáticos, el equipo extrapoló estos datos para hacer una estimación de las disminuciones a nivel global.
También tuvieron en cuenta el desarrollo de las técnicas de pesca en mar abierto. Las líneas largas con cientos de anzuelos o enormes redes de cerco suelen capturar tiburones de forma accidental. El uso de estos equipos se ha duplicado en el último medio siglo, en tanto que la cantidad de tiburones oceánicos que quedan capturados en ellos casi se ha triplicado.
“Teniendo en cuenta que los tiburones son cada vez menos frecuentes, esto significa que la posibilidad de que un tiburón sea capturado es ahora 18 veces mayor que en 1970”, afirmó Dulvy.
“El impacto de la sobrepesca, accidental o no, en los tiburones debería hacer que los gobiernos impongan más regulaciones, para que la pesca sea sostenible. También es importante limitar el comercio internacional de especies vulnerables de tiburones y de rayas para evitar que desaparezcan por completo de nuestros mares”, concluyó.
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