Un equipo de investigadores polacos descubrió la primera momia embarazada del Antiguo Egipto que se encuentra en el Museo Nacional de Varsovia, Polonia.
¿Cómo será por dentro el Gran Museo Egipcio?
“Es como encontrar un tesoro escondido mientras recoges hongos en un bosque. Estamos abrumados con este descubrimiento", señaló el doctor Wojciech Ejsmond, arqueólogo y uno de los tres cofundadores del Proyecto de las Momias de Varsovia, en una entrevista a la agencia de noticias estatal polaca PAP.
Según reveló Ejsmond, la momia había sido traída por primera vez a Polonia en el año 1826 por Jan Wężyk-Rudzki y si bien en ese momento se creía que se trataba de una mujer, “la vista cambió durante la década de 1920 cuando se tradujo una inscripción en el sarcófago para revelar el nombre de un sacerdote egipcio, Hor-Djehuty”.
Por su parte, su colega Marzena Ożarek-Szilke, destacó que el equipo ya había concluido su investigación y se estaba preparando para presentar sus hallazgos cuando notaron algo muy llamativo sobre la momia que estaban analizando: un pie diminuto que pertenecía a un feto diminuto.
Gracias al uso de tomografía computarizada, durante el trabajo los científicos constataron que el cuerpo tenía una estructura esquelética sumamente delicada.
En tanto que un análisis más profundo les permitió comprobar que el cuerpo era femenino, ya que no había señales de pene, como así también que la mujer tenía aproximadamente entre 20 a 30 años al momento de morir y que el feto habría tenido entre 26 y 30 semanas de gestación.
Por último, una visualización en 3D del cuerpo mostró claramente cabello largo y rizado y senos momificados.
“Todo este descubrimiento llamó nuestra atención sobre la cuestión de por qué no se eliminó. No sabemos por qué lo dejaron allí. Tal vez hubo una razón religiosa, tal vez pensaron que el feto no tenía alma o que estaría más seguro en el otro mundo, o tal vez fue porque estaba muy difícil sacar a un niño en esa etapa del útero sin causar daños graves ", concluyó Ejsmond.
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