La tumba del funcionario a cargo de custodiar los documentos secretos en la cancillería real durante el reinado de los primeros faraones egipcios de la Sexta Dinastía acaba de ser descubierta en la antigua necrópolis de Saqqara, por un grupo de especialistas del Centro Polaco de Arqueología Mediterránea, dependiente de la Universidad de Varsovia (UW).
Según revelaron los autores del hallazgo, la tumba que data de aproximadamente unos 4.300 años de antigüedad, fue hallada mientras realizaban tareas de excavación dentro del Foso Seco que rodea el complejo donde está ubicada la famosa Pirámide Escalonada del rey Djoser, y perteneció a Mehtjetju, un alto funcionario egipcio que, entre tantas otras tareas, tenía a su cargo la custodia de los documentos reales sellados, es decir, sagrados
“Mehtjetju también era un inspector del patrimonio real y un sacerdote del culto mortuorio del rey Teti”, comentó el profesor Kamil O. Kuraszkiewicz, de la Facultad de Estudios Orientales de la UW, a través de un comunicado de prensa.
“Esto significa que muy probablemente vivió durante los reinados de los primeros tres gobernantes de la Sexta Dinastía: Teti, Userkare y Pepy I”, agregó el principal responsable del hallazgo.
De acuerdo con los investigadores, debido a su importante posición en la sociedad egipcia de entonces, Mehtjetju logró contrató a artesanos muy hábiles, y de su máxima confianza, para que construyeran su tumba, ya que los relieves de la fachada denotan una mano excepcionalmente hábil.
Si bien la roca en la que fue tallada la tumba es muy quebradiza y erosionada, los investigadores aseguraron que eso no significa que Mehtjetju no haya sido enterrado en ella.
“Si él no hubiera sido enterrado allí, lo más probable es que la tumba hubiera sido ocupada por otra persona. La decoración está inconclusa, probablemente, porque el inversionista murió antes de que terminara la obra y fue enterrado en la tumba terminada apresuradamente”, explicó Kuraszkiewicz.
“Teniendo en cuenta la decoración apresurada del lugar del entierro, su muerte fue inesperada. Los trabajadores no pudieron terminar de tallar los relieves decorativos de animales sacrificados en la fachada exterior, porque se les acabó el tiempo”; agregó el egiptólogo.
Además de la tumba, los investigadores polacos también encontraron restos de bocetos en tinta negra sobre yeso de cal, con relieves que representaban vacas, oryxes, íbices y cabras montesas, todos animales destinados a los sacrificios reales.
Si todo marcha según lo planeado por Kuraszkiewicz y sus colaboradores, el equipo reanudará las excavaciones en el otoño de 2022, con el objetivo de descubrir tanto la tumba como la momia de Mehtjetjul.
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