Durante una reciente entrevista concedida a la emisora estatal TV Russia 1, el vicepresidente del Comité de Defensa de Rusia, Aleksey Zhuravlyov, anunció que Moscú está listo para lanzar su poderosísimo misil balístico intercontinental RS-28 Sarmat, -apodado “Satan-2”-, si Finlandia y Suecia no desisten de unirse al abrazo protector de la OTAN en el actual conflicto bélico que su país mantiene con Ucrania.
“Si Finlandia quiere unirse a ese bloque, entonces nuestro objetivo es absolutamente legítimo: cuestionar la existencia de este Estado. Esto es lógico”, afirmó Zhuravlyov., y agregó: "Si Estados Unidos amenaza a nuestro Estado, es bueno: aquí está el Sarmat para ustedes, Y habrá cenizas nucleares de ustedes si creen que Rusia no debería existir. Y Finlandia dice que es uno con los EE.UU. Bueno, hagan fila”.
El Satán 2 es una de las seis armas del “juicio final” que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció en marzo de este año y que fue desarrollado con el objetivo de “hacer que el mundo tema a Rusia y se lo piense dos veces antes de amenazarla”, tal cual las propias palabras del mandatario ruso.
Se trata de un misil balístico intercontinental (ICBM) con capacidad para llevar varias cabezas nucleares, que mide 35,3 metros de largo y pesa nada menos que 220 toneladas.
Además, fue especialmente dotado para poder lanzar misiles hipersónicos y cuenta con la capacidad de poder adoptar varias trayectorias de vuelo para superar cualquier sistema de defensa antimisiles, tanto actual como futuro.
“El Sarmat puede lanzar Vehículos de Reentrada Múltiple Independiente (MIRV) para atacar cualquier lugar del planeta. El misil saldrá de su silo en cualquier condición y cumplirá su cometido con una certeza del 100 por ciento. Así es su margen de fiabilidad", según señaló Vladimir Degtyar, director general de la Oficina de Diseño JSC Makeyev - una filial de Roscosmos-, a la agencia de noticias rusa TASS.
"En las adversas condiciones geopolíticas actuales, es nuestro escudo inexpugnable, el principal factor de disuasión nuclear y una garantía de paz. El Sarmat será capaz de proteger a Rusia de las amenazas externas durante, al menos, los próximos 40 o 50 años”, concluyó Degtyar.
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