Un equipo internacional de investigadores del que participaron especialistas del CONICET encontró restos fósiles de un “marsupial dientes de sable”, de la especie Anachlysictis gracilis en el desierto de La Tatacoa, ubicado en el sur de Colombia. Según afirmaron los autores de este hallazgo a Geodiversitas se trata del esqueleto más completo de un ejemplar hallado hasta el momento en el norte de Sudamérica de este animal que habitó en esa región hace aproximadamente unos 13.000.0000 de años,
Entre los restos fósiles hallados se encuentran el cráneo, la dentadura, la columna vertebral y los miembros anteriores y posteriores, todos en perfecto estado de conservación.
“Anachlysictis gracilis era un depredador cuya principal característica eran sus enormes colmillos superiores de casi cinco centímetros de longitud, curvos y aplanados, semejantes en forma a un sable”, comentó Catalina Suárez, primera autora del estudio.
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“Por este rasgo, se habría parecido mucho al famoso Thylacosmilus atrox, que habitó las llanuras de Argentina y Uruguay, y a Patagosmilus goini, que vivió en la región patagónica del país y en el altiplano boliviano. Por la forma de su canino, estos carnívoros son comúnmente conocidos como ‘marsupiales dientes de sable’”, agregó la becaria postdoctoral de la Swiss National Science Foundation en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA, CONICET-UNCUYO-Gob.Mza) y ex becaria doctoral del CONICET.
Anachlysictis era más pequeño que su pariente Thylacosmilus, en tanto que su morfología era más primitiva, con el hocico más largo y aplanado, posiblemente, más parecido al aspecto y tamaño del Patagosmilus.
“El descubrimiento del esqueleto casi completo de Anachlysictis es sin dudas único. Usualmente encontramos restos fósiles parciales, dado que la lluvia, las corrientes de agua u otros agentes externos, o los mismos depredadores y carroñeros desmiembran y transportan las carcasas de los animales muertos antes de ser sepultados y fosilizados”; señaló Judith Babot, otra de las coautoras argentinos del trabajo.
“Además, clásicamente las faunas fósiles de América del Sur son conocidas por los ricos yacimientos de la Patagonia, por lo cual los descubrimientos de fósiles extrapatagónicos y particularmente los neotropicales nos enfrentan siempre a nuevos desafíos. Por eso, este tipo excepcional de preservación y hallazgo hay que celebrarlo”, concluyó la investigadora del CONICET en la Unidad Ejecutora Lillo (UEL, CONICET- Fundación Miguel Lillo).
El grupo de investigación que realizó el estudio estuvo compuesto por un equipo multidisciplinario que incluyó especialistas del Museo de La Plata; de la Universidad del Rosario y del Museo de Historia Natural “La Tatacoa”, de Colombia; del Museo Field de Historia Natural, de Estados Unidos; del Museo de Paleontología de Ashoro, de Japón; del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales, de Panamá, y de la Universidad de Colombia.
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