Todo parece indicar que dentro de poco deberemos revisar los récords de velocidad referentes a transportes terrestres, ya que China acaba de inaugurar su nuevo tren de levitación magnética (Maglev), el cual promete ser el más rápido del mundo, capaz de alcanzar los 600 km/h.
Construido por la China Railway Rolling Stock Corporation, el tren realizó su primer recorrido público en Qingdao, China. Por más novedoso que sea, lo cierto es que este no es el primer Maglev del país, ya que en Shanghái hay un tren de levitación magnética que recorre una vía de 30 kilómetros a una velocidad de 431 km/h.
Según sus diseñadores, el nuevo Maglev permitirá unir Beijing y Shanghái en poco más de 3 horas. Un tren de alta velocidad demora más de 5 horas en hacer el mismo recorrido, mientras que un avión 3.
China ya está pensando en volver este tipo de transporte en una realidad cotidiana. Actualmente, está construyendo nuevas vías de levitación magnética, unas conectarán Shanghai y Hangzhou, mientras que otro tramo unirá Chengdu y Chongqing. Aun así, todavía no hay una fecha exacta sobre cuándo entrarán en servicio.
Funcionamiento
El Maglev es un tren atípico al tradicional, ya que no se mueve sobre dos vías, sino sobre un único riel con el que no tiene ningún tipo de contacto. Para ello se recurre a la levitación magnética, una tecnología que permite que el tren “flote” a escasos centímetros de la superficie, lo que evita la fricción y permite alcanzar velocidades mucho más altas.
Vale aclarar que el nuevo tren de China no levita todo el tiempo, sino que cuando alcanza una velocidad por encima de los 100 km/h se genera la suficiente energía para hacer que el tren “flote” sobre la vía.
A new high-speed maglev #train made its public debut in Qingdao, Shandong province. The train, developed in China, can reach a top speed of 600 kilometers per hour. The train unveiled this week was the first to roll off the production line. pic.twitter.com/OafhjgJ4h4
— China Daily (@ChinaDaily) July 22, 2021
Además, este Maglev tiene como novedad un sistema de frenado que reduce la distancia más de un 50 % hasta los 10 kilómetros. Esto permite que el tren frene estando más cerca de destino, por lo que puede moverse más tiempo a altas velocidades.
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