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AVENTURA | 17-06-2018 15:00

El Argentino que esquió en el Everest

Desafiando a las autoridades nepalesas, que lo multaron, el montañista se dio el gusto de unir los campamentos de una manera distinta.
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Willie Benegas, experto montañista que tiene una empresa de expediciones con su hermano Damián, es el único argentino y latinoamericano que esquió en el Everest, actividad que está prohibida por las autoridades de Nepal. La hazaña se concretó el pasado 5 de mayo cuando, junto a su compañero Matt Moniz, descendieron desde el Campamento Base 3 al 2, desde 7.200 msnm hasta los 6.400.

Willie Benegas, experto montañista que tiene una empresa de expediciones con su hermano Damián, es el único argentino y latinoamericano que esquió en el Everest, actividad que está prohibida por las autoridades de Nepal. La hazaña se concretó el pasado 5 de mayo cuando, junto a su compañero Matt Moniz, descendieron desde el Campamento Base 3 al 2, desde 7.200 msnm hasta los 6.400.

Estuvo diez años planificando el desafío hasta el último detalle. Y consiguió hacerlo luego de mucho esfuerzo y tenacidad. En un día de sol magnífico protector en el cielo y sin inconvenientes climáticos, bajó a toda velocidad hasta llegar al refugio. Casi un kilómetro entre cornisas y lenguas glaciares, deslizándose sobre la nieve blanda del Lhotse, uno de los picos que comparten la cadena montañosa con el pico más alto del mundo.

La idea de Benegas era convertirse en el primer alpinista del mundo en esquiar toda la pendiente de la montaña. Pero sólo pudo hacer ese tramo y, dos días más tarde, las restantes. Pero lo que parecía motivo de celebración se convirtió en un enredo. Un par de días después, las autoridades de Nepal lo amenazaron con negarle el permiso para acceder al Everest durante diez años por haber bajado con esquís sin permiso, aduciendo que había incumplido una ley local y que debían pagar U$S 1.000 (cuando el permiso anual para subir al pico es de 15.000).

Pero lo que parecía motivo de celebración se convirtió en un enredo. Un par de días después, las autoridades de Nepal lo amenazaron con negarle el permiso para acceder al Everest durante diez años por haber bajado con esquís sin permiso, aduciendo que había incumplido una ley local y que debían pagar U$S 1.000 (cuando el permiso anual para subir al pico es de 15.000).

La prensa local se hizo eco del hecho y hasta un un grupo de sherpas mostró su apoyo en público presentando un documento que reunía 150 firmas, aduciendo que los hermanos Benegas ayudaron a la economía de Nepal atrayendo a turistas y también creando puestos de trabajo para los escaladores, guías y porteadores. Después de la polémica y el desconcierto por la medida, el director general del departamento de Turismo, Dinesh Bhattarai, los perdonó con el argumento de que cometieron “un error inocente”.

Willy fue por primera vez al Everest en 1999 y subió 13 veces a la cima. También participó de innumerables rescates. Nació en Buenos Aires, aunque a los ocho años se mudó a Península Valdés, donde aprendió a lidiar con el clima inhóspito de la Patagonia. Así se fue acercando a la nieve en Esquel y Bariloche y comenzó a trabajar como guía de alta montaña con Damián en la Argentina, Estados Unidos y en el Himalaya. En 1995 se convirtieron en parte del equipo de The North Face, empresa de indumentaria que patrocina sus ascensos.

En esos días que pasó en la zona, Benegas fue parte también de un experimento para determinar cuánto cambia la expresión de los genes en condiciones extremas cuyo protocolo fue establecido por la NASA. Para ello, él y su compañero Moniz tuvieron que tomar muestras de su propia sangre, saliva y heces a más de siete kilómetros de altura, en medio de un insoportable frío que lo congela todo y con muy poco oxígeno. El material después fue enviado a Christopher Mason, un genetista de Weill Cornell Medicine, en Nueva York, para ser analizado. Sus respectivos hemanos gemelos, Kaylee Moniz y Damian Benegas, hicieron lo mismo para establecer un parámetro de comparación.

El experimento tiene la intención de resolver una ardua disputa científica que hace unos meses desató otro estudio llevado a cabo en colaboración con la NASA: se descubrió que una pequeña parte del ADN de un astronauta cambió luego de permanecer mucho tiempo en el espacio. Ahora quieren confirmar este resultado analizando las muestras genéticas de los hermanos Benegas, cuyas conclusiones estarán listas recién el próximo año.

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