Vacaciones de invierno: 10 naufragios de la costa argentina para visitar

La Argentina tiene más de 6.000 km de costa marítima. Por lo tanto, desde miles de años atrás hasta el presente, la vida de diversos grupos humanos tuvo un estrecho vínculo con el mar y esas costas. A partir de la llegada de los primeros europeos, hace 500 años, este litoral comenzó a ser navegado con mayor frecuencia, lo que representa que, junto con los barcos, circularon también personas y bienes. Hoy el fondo del mar y la zona aledaña resguardan vestigios únicos de esta historia: artes de pesca, fogones, estructuras, impronta humana, objetos de la vida cotidiana, embarcaciones, puertos, fondeaderos, faros y balizas son algunos de los vestigios representativos de miles de años de antigüedad y hasta épocas más recientes. Este importante patrimonio cultural que comenzó a ser relevado y catalogado por todas las provincias que lindan con el Mar Argentino. Buenos Aires, Chubut, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego se unieron al Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL) y a la Administración de Parques Nacionales en una campaña de protección que tiene el nombre de Mar de Historias. 

De aquí salió un relevamiento (todavía en proceso) de los puntos de interés que condensen rastros de vida humana en estas costas (o bajo el agua) y que sean significativos a nivel cultural, histórico o arqueológico para las comunidades locales y el país. De más está decir que algunos ya revisten interés turístico, y pronto habrá otros más para visitar.

Los destacados 

Al menos se produjo el hundimiento de 2.000 barcos en el Río de la Plata y el litoral atlántico debido a las condiciones de navegación de algunas zonas costeras. El primero fue el de la Santiago, la más pequeña de las naves de la expedición de Magallanes, que se quedó en la Patagonia en 1520. Afortunadamente ya son 35 los naufragios relevados o investigados por arqueólogos. También se puede mencionar a la corbeta Swift de la Armada Británica, que naufragó en 1770 en la ría Deseado, Provincia de Santa Cruz. Es uno de los más antiguos y mejor conservados y la “cuna” de la arqueología subacuática en nuestro país. En la ciudad posee un excelente museo dedicado, en el que se resguardan más de 600 piezas en increíble estado de conservación.

También el Duchess of Albany, nave mercante que encalló en 1893 cerca de Caleta Policarpo, Provincia de Tierra del Fuego. Sus restos se desarman poco a poco en un escenario de hermosa naturaleza salvaje. El mascarón de proa del buque fue rescatado y actualmente se exhibe en el Museo del Fin del Mundo, en Ushuaia. Y el Villarino. Transporte de la Armada Argentina que se hundió en 1899 al encallar en las Islas Blancas, Provincia de Chubut. En su primer viaje repatrió desde Francia los restos del General San Martín y durante casi 20 años prestó un valioso servicio a las primeras poblaciones patagónicas. 

¿Por qué pueden preservarse en muy buenas condiciones restos tan antiguos bajo el agua? Un botiquín médico conteniendo los frascos del siglo XVIII. Los muebles que tenía el camarote de un capitán de 1770. Vajilla en perfectas condiciones. Semillas y otros alimentos. Por increíble que parezca, luego de más de 200 años bajo el agua y en ciertas condiciones, se pueden verse todavía estas cosas y mucho más. Pero solo con tocarlos o subirlos a la superficie, podrían ser destruirlos. Su protección es importante pues están a merced de diferentes riesgos y amenazas: la erosión costera y diversos agentes naturales producen su deterioro, lo mismo que el cambio climático. También la pesca de arrastre, el fondeo de embarcaciones, los dragados y otras obras que afectan las costas y el fondo marino. Pero además su remoción o extracción, ya sea por simple curiosidad o para el coleccionismo, puede contribuir a su deterioro.

10 puntos de interés para visitar

• 1)  La corbeta Uruguay y la fragata Sarmiento, ambas en pie en los diques de Puerto Madero, en la Ciudad de Buenos Aires. Aquí se pueden visitar los barcos más antiguos a flote y conocer cómo era vivir y trabajar en estos barcos en el siglo XIX. 
• 2)  Los restos del vapor alemán Karnak, que naufragó 1878 en Punta Médanos, provincia de Buenos Aires, para disfrutar luego de una caminata de 3 km a lo largo de playas infinitas. 
• 3)  La Reserva Arqueológica y Paleontológica Pehuen Có en Monte Hermoso, en la Provincia de Buenos Aires, donde quedaron congeladas en el tiempo cientos de pisadas humanas de hace unos 7.000 años, así como de fauna extinta. 
• 4)  Mirador de Bahía Rosas, sobre la Ruta 1 en la provincia de Río Negro, para apreciar una playa de belleza increíble y los restos dispersos del vapor Ludovico, que ya forman parte del paisaje. 
• 5) Paisaje costero-marino de la boca del río Negro, que desde fines del siglo XVIII tuvo una importante actividad como puerto militar y comercia,l y donde se libró una batalla de la guerra con el Brasil. Podés conocer el primer faro de la costa argentina (foto abajo) y el balneario El Cóndor, que debe su nombre a un antiguo naufragio. 

• 6)  Circuito de naufragios costeros que se visitan caminando por la costanera de Puerto Madryn, provincia de Chubut.
• 7)  Buceo en naufragios arqueológicos en Puerto Madryn, con la guía de fichas interpretativas sumergibles. 
• 8)  Museo Mario Brozosky, en Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz, que cuenta la historia de la corbeta Swift, naufragada en 1770, y resguarda la mayor colección arqueológica de un naufragio en nuestro país. 
• 9)  Navegación por la ría Deseado, provincia de Santa Cruz, donde naufragaron el Hoorn en 1615, la Swift en 1770 y el Magallanes en 1887, para que puedas imaginarte cómo habrá sido ser náufrago en la Patagonia. 
• 10) Naufragio del Saint Christopher y Museo del Fin del Mundo, en Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego, para conocer sobre la historia de los antiguos canoeros yámanas y de naufragios emblemáticos de la zona del Cabo de Hornos. Tiene replicas a escala de barcos de todo el mundo. Para pasarse horas observando sus detalles. 

¿Qué hacer si encontrás restos antiguos?

• Mantené todo en su lugar. No remuevas ni levantes nada. Preservar la posición y ubicación precisa entre los hallazgos es fundamental para no perder información.
• Registrá la ubicación de manera precisa con el GPS de tu celular o tomando referencias con respecto a puntos fijos o lugares conocidos de la costa.
• Tomá fotos de los hallazgos. Poné al lado un objeto de tamaño conocido, como por ejemplo una lapicera, que sirva como referencia de sus dimensiones.
• Respetá la flora y fauna asociadas a los hallazgos para preservar la biodiversidad y no dañar los restos materiales.
• Avisá del hallazgo. Informá a la autoridad competente (en la página de esta campaña, https://mardehistorias.com.ar/, hay un formulario para completar on line).
• Mantené reserva. Por favor no subas información del hallazgo a las redes. Podría ser extraído o vandalizado.