Ushuaia es una ciudad preciosa que tiene muchas cosas para ofrecer y que siempre sorprende al visitante. Además de las obligadas experiencias en la nieve, desde el esquí de fondo al paseo en trineo tirado por perros del Cerro Castos, hay cosas más tranquilas para hacer o que no requieren de tanto tiempo y de traslados. Por ejemplo, estando alojada en Las Hayas Ushuaia Resort, aproveché el trekking que brinda el alojamiento que, por estar recostado en la montaña, tiene senderos propios para subir más cerca del Martial en busca del mirador Wallner. No sin dificultad, asistida por bastones y con una guía del hotel (todo gratuito), llegamos hasta ese punto que brinda una hermosa vista panorámica de la ciudad.
Del otro lado se ve la clásica postal de los cerros nevados. Es de exclusivo acceso peatonal y aunque los senderos están señalizados (azul para el ascenso y amarillo para el regreso), siempre es mejor ir con un guía experimentado y con el equipamiento adecuado. El camino toma unas dos horas en total y permite descubrir un poco de la flora de la estación, por qué los árboles (coihues y lengas) no tienen raigambre en su suelo de roca y ver en ellos las profundas huellas que dejó el pájaro carpintero gigante en busca de insectos para alimentarse. Una parte se hace sobre el Sendero de los Hacheros que usaron los presos a comienzos del 1900, porque todo aquí remite en algún punto a esa gesta fundacional.
A mi regreso tomé la combi del hotel (también gratuita) para ir al centro de la ciudad y descubrir sus novedades gastronómicas. Sí, la caminata me había abierto el apetito. Me encontré con El Mercado (Av San Martín 860), un flamante emprendimiento que combina venta de patisserie y delicatessen varias con restaurante de muy buen nivel. Allí me recomendaron que a la noche pasara por la gintonería Jeremy Button (Av. Maipú 828), marca local de gin que instaló su restó en la costa, siempre concurrido y convertido en nuevo punto de encuentro. Se come muy bien ahí.
Buscando chocolates para llevar de regalo me topé con el local de Sergio González, pequeño y acogedor en 25 de Mayo 34. Ahí probé los deliciosos bombones rellenos de frutas y otros elementos originales que él mismo hace. Había hallado el lugar perfecto para comprar sabroso y quedar muy bien cuando lo regale.
Pero la mayor sorpresa fue enterarme de hay un shopping enorme y muy completo para disfrutar de las compras in door. Se llama Paseo del Fuego (Perito Moreno 1460) y ya tiene 10 años de existencia. Por supuesto es el más austral del mundo y en su interior además de locales comerciales y de un par de bares y restaurantes muy interesantes, hay un simulador que recrea la visita al Presidio. También murales hechos por los artistas de Tierra del Fuego como "Margaritas y casitas en el cielo" de Elsa Zaparart. Desde allí también se puede ver el canal Beagle.
Aquí los turistas tienen ventaja porque reciben grandes descuentos y el regalo de un helado o un café al escanear el código QR del centro comercial en hoteles y centros de esquí. Otra sorpresa fue que adentro del edificio hay hilanderas patagónicas que, mientras trabajan, venden sus tejidos, y los estudios Cadena 3, donde Pachu Peña participa del programa diario Fire Time, conducido por Pablo Oliva.
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