El desierto de Maowusu, en la provincia china de Shaanxi, se volvió en un fenómeno a destacar. El territorio que era un 93 por ciento de dunas se transformó en un área completamente verde. Este lugar, que también se lo conoce como “Mus Us”, pasó de ser un área de 42 mil kilómetros cuadrados de arena a ser una tierra cultivada cubierta de árboles. Desde 1959 tenía este aspecto desértico y un estudio publicado el 18 de mayo por la revista científica Journal of Cleaner Production dio detalles de lo sucedido.
Todo comenzó cuando la ciudad Yulin debió mudarse hace muchos años para tratar de evitar las tormentas de arena invasivas. En tres ocasiones se trasladaron, hasta que en 1959 los habitantes locales empezaron a plantar árboles buscando frenar el avance del desierto. Luego de que pasaron décadas la vegetación logró “florecer” y extenderse 400 kilómetros hacía el norte.
La zona ha evolucionado en los últimos 60 años y se convirtió en un área fértil. Según Shi Guangyin, secretario del comité del partido de la aldea de Shilisha, la productividad de estas tierras supera más de una tonelada por hectárea, aunque antes esta cifra solo llegaba a los 100 o 150 kilogramos.
Si uno aprecia viejas imágenes del desierto chino y las contrasta con las hace poco publicadas de la malla geotextil expuesta a causa de la bajante del río Paraná en Santa Fe, ópticamente dan la misma sensación.
Fuente: Vía País
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