Un viaje internacional puede convertirse hoy en una gran cuota de estrés. Requisitos de ingreso que van cambiando en el país de destino, las disposiciones de la aerolínea y hasta el barbijo adecuado para usar dentro del avión pueden ser causantes de nervios tanto antes de subir al avión como al arribar el destino.
Tomemos el caso de un vuelo a Madrid por Iberia desde Ezeiza. Lo primero es que recomiendan ir con bastante tiempo porque las colas para los diferentes trámites son muy largas. Primero para hacer el check in, pues la aerolínea tiene pocos puestos y se tarda más de una hora en llegar al mostrador, donde piden el pasaporte, la reserva, el SpTH (del cual hablaré luego), el carnet de vacunación, la valija y el tiempo que se toman para cada cosa. Acá destaci la falta de amabilidad de la empleada, que no contribuye a hacernos la vida más sencilla. Lo cierto es que todo el tiempo se está pensando en "¿qué me olvide de completar?".
España modificó sus requisitos de ingreso
Y yo había olvidado justamente del SpTH, una declaración jurada de salud que se completa mediante un formulario on line en varios pasos y que conviene hacerlo desde casa con el carnet de vacunación anti Covid a mano, hasta 48 horas antes del viaje. Primero toma información básica: nombre, nacionalidad y mail para luego mandar por correo electrónico una clave que permite seguir el proceso. Hay que cargar todas las vacunas con su fecha de aplicación y, al terminar, entrega un código QR que escanearán las autoridades en España.
Hacía dos horas que había llegado al aeropuerto Ministro Pistarini hasta que me tocó pasar por el detector de metales previo migraciones. Acá también la cola es larguísima y toma tiempo. Así que a armarse de paciencia. Fue más rápido de lo que esperaba pese a la gran cantidad de gente y terminé en el free shop media hora antes de que llamaran para embarcar.
Granada: un viaje al pasado
Al arribar a España
Llegamos a Barajas con la ansiedad típica de quien duda de haber cumplimentado con los requisitos y munidos de una carta de invitación del gobierno a modo de escudo (viajamos para cubrir un tramo del Camino de Santiago, el Lebaniego). Todo muy buen señalizado y sencillo de resolver. En migraciones me preguntaron procedencia y motivo del viaje. ¡Y adentro!
¿Y el SpTH? Seguimos camino dentro del aeropuerto y ahí nos mandaron al mostrador de salud donde nos pidieron el segundo QR que manda la web para presentar ante las autoridades. El mío no se leía bien por lo que ofrecí mostrar mi calendario de vacunación en la app Mi Argentina. Miraron cada una de las vacunas cargadas y la fecha de la última y ahí si, libre de disfrutar de la calidez de España.
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