Cinco miradores tan hermosos como impactantes

Para descubrir todo el encanto de un lugar desconocido, no solo hay que viajar hasta allí, sino que también hay que encontrar el lugar preciso que nos permita apreciar toda la belleza de ese paisaje que atrae a tantos turistas. Para ello, los miradores son un elemento clave para disfrutar de la naturaleza desde una nueva perspectiva. Estos son algunos de los más impactantes que hay en el mundo.

El Púlpito: uno de los miradores más imponentes del mundo se encuentra en Noruega. El Preikestolen es un gigantesco macizo de piedra de 604 metros de altura sobre el fiordo de Lyse, en la región de Stavanger. Esta torre pétrea ofrece una terraza natural que se encima sobre el agua y regala una vista increíble, llena de emoción y vértigo. Las grandes grietas que surcan el paisaje montañoso son el resultado de 10.000 años de erosión glacial.

Sky Tower: si hablamos de miradores intimidantes, no podemos obviar la Sky Tower. Ubicada en Auckland, Nueva Zelanda, este edificio de 328 metros de alto ofrece una vista privilegiada y única de la ciudad. La construcción cuenta con un mirador cerrado de vidrio emplazado a 192 metro del suelo, que también se puede rodear por el exterior asegurados con arneses.

Skywalk en el Gran Cañón: el 20 de marzo de 2007 se inauguró este mirador de acero con suelo de cristal ubicado en el imponente Gran Cañón del Colorado (Estados Unidos). Desde una altura de 1.300 metros, los visitantes pueden apreciar el fondo del precipicio y la hermosa garganta excavada por el río Colorado en pleno desierto de Arizona.

Dachstein: pocas cosas son equiparables a lo que se puede ver desde el mirador de 360 grados ubicado en el macizo rocoso de Dachstein, a 2.700 metros de altura. Desde este característico atractivo austriaco se pueden ver las cimas de los países vecinos, como la del Triglav, en Eslovenia, o los irresistibles bosques de la República Checa. El ascenso hasta el mirador es toda una aventura ya de por sí. Casi unos 1.000 metros se suben por un teleférico que pasa rozando la pared del acantilado.

Illawarra Fly Treetop: a 25 metros del suelo, entre eucaliptos, árboles de sasafrás, acacias y moreras, este paseo discurre por las copas de los árboles de las frondosas tierras del sur de Australia. Cuenta con una plataforma de 500 metros con vistas espectaculares del dosel forestal y las montañas circundantes, que forman parte de la Gran Cordillera Divisoria. También se puede subir a la Knights Tower, que es 20 metros más alta que la plataforma principal.