Odd Henrik Hansen conoce las preguntas de los turistas:
Aspen Snowmass: en busca del frío en verano
”¿Cuándo vamos a ver los bueyes almizcleros y los renos?”. Hansen es
revisor de la Dovrebane, un tren que circula entre Oslo y Trondheim,
en Noruega.
El tren apenas ha abandonado la pequeña estación de Kongsvoll cuando
Hansen señala un área verde junto a las vías del tren. “En la pequeña
depresión de ese terreno se juntan, a principios de año, los bueyes
almizcleros. Bajan de las montañas peladas para comer aquí hierba
fresca”.
Unos 250 animales viven en libertad en la sierra de Dovrefjell cerca del
pico Snøhetta, de 2.286 metros de altura. Dovrefjell también es el
nombre del trayecto ferroviario entre la capital noruega y la ciudad
de Trondheim, en el centro del país, que tiene una extensión de unos
500 kilómetros.
Los bueyes almizcleros y el pico nevado Snøhetta son sólo dos de las
muchas atracciones turísticas en el triángulo formado por Oslo,
Bergen y Trondheim. En este paisaje de fiordos, los turistas viajan
alternativamente en tren, autobús, ferry y los paquebotes de la
naviera Hurtigruten.
Lo mejor es dedicar ocho o diez días al recorrido. Dependiendo de sus
propios intereses y recursos, los viajeros pueden planear y reservar
paradas con alojamiento en hoteles.
A lo largo de la ruta hay localidades turísticas populares pero
¿quién conoce Finse? Una estación ferroviaria, un par de cabañas de
verano y el hotel Finse 1222 componen esta remota aldea en
Hardangervidda, el mayor macizo montañoso de Europa. Hasta bien
entrado el mes de julio rigen en esta región temperaturas invernales.
Situada a una altura de 1.222 metros, Finse es la estación
ferroviaria más alta en el trayecto entre Oslo y Bergen, de 471
kilómetros de longitud, y también la más alta en toda Escandinavia.
Hasta el día de hoy no hay ninguna carretera que conduzca a esa ciudad.
Todo lo que la población local necesita para vivir tiene que llegar
en tren.
Los fans de los ferrocarriles visitan en Finse el pequeño museo
Rallar. La exposición está dedicada a la construcción del tren
entre 1894 y 1909. Eran tiempos duros para hombres duros: los
trabajadores tuvieron que luchar en medio de la nieve y el hielo para
construir las vías, subiendo desde el verde valle de Hallingdal hasta
las montañas de Hardangervidda.
Entre Finse y Bergen, a los pasajeros del tren les espera otra
experiencia impactante. Desde la estación de Myrdal, situada a una
altura de 866 metros, las vías bajan serpenteando 20 kilómetros por
empinadas pendientes hasta la estación de Flåm, en el fiordo Aurland,
situada sólo dos metros sobre el nivel del mar. Una obra maestra
desde el punto de vista técnico, ya que el tren tiene que vencer un
desnivel de hasta 55 por mil. Por esta razón, el tramo es uno de los
más empinados en el mundo.
El legendario ferrocarril es una de las atracciones más frecuentadas
de Noruega. En 2016, los trenes de Flåmsbana transportaron a 926.000
viajeros. La mayoría de ellos eran pasajeros de cruceros de China,
Corea del Sur y Japón. En Flåm, una localidad de sólo 450 habitantes,
atracan cada año más de 150 cruceros.
Desde Flåm, el viaje continúa en ferry por el fiordo Aurland hacia el
estrecho fiordo Nerøy, Patrimonio Natural de la Unesco, y después en
autobús interurbano hacia Bergen. En esta ciudad, algunos turistas se
toman una pausa de un día mientras que otros embarcan directamente en
el paquebote de Hurtigruten, que por la noche inicia un viaje de
2.400 kilómetros a lo largo de la costa noruega.
En Bergen, para muchos turistas es obligatorio un paseo desde el
mercado de pescado hasta el barrio hanseático de Bryggen,
mundialmente conocido, con sus almacenes de madera. La mejor vista
panorámica de la ciudad y las islas situadas frente a la costa la
ofrece el mirador en el monte Fløyen. Los amantes de la cultura
visitan los museos de Kode.
El ferry de Hurtigruten sale de Bergen para entrar en la
impresionante naturaleza de los fiordos. Sólo entre principios de
junio y finales de agosto, los paquebotes visitan también el famoso
fiordo de Geiranger. Aquí, como en todo el paisaje de fiordos,
numerosos ferris sirven como puentes flotantes para comunicar las
localidades remotas con el mundo exterior.
En Geiranger, cientos de pasajeros abandonan el barco y suben a
autobuses que los llevan a Molde, pasando por Trollstigen (La Escalera
del Troll), una estrecha carretera de montaña con 11 curvas muy
cerradas.
Sin embargo, el Flåmbana no es el único ferrocarril que ofrece vistas
panorámicas espectaculares del paisaje noruego. La Raumabana es un
trayecto ferroviario de 114 kilómetros entre Åndalsnes y Dombås que
atraviesa el salvaje valle de Rauma pasando junto a cascadas y picos
escarpados. Una alternativa impresionante para quien quiera explorar
la naturaleza de Noruega en tren.
Información básica:
Destino: Norway in a nutshell (Noruega en síntesis) se llama la
oferta de recorridos turísticos en el paisaje de fiordos entre Oslo,
Bergen y Trondheim. El viaje puede ser una combinación entre
ferrocarril y paquebote. Los tours se pueden reservar en Internet a
partir de 90 días previos al inicio del viaje.
Cómo llegar: en avión a Oslo y, desde allí, en la lanzadera Airport
Express Flytoget a la estación central de Oslo.
Cuándo viajar: entre junio y septiembre
Moneda: un euro equivale a 9,60, un dólar a 7,80 coronas noruegas. En Noruega también se pueden pagar con la tarjeta de crédito pequeños importes.
Comentarios