Un grupo de amigos en busca de generar un nuevo cultivo en La Rioja, creó en Cuesta de Miranda, Sañogasta, la primera finca de turismo cannábico de la Argentina. Allí, además del cultivo de la variedad Sativa L con fines medicinales (cuya producción será adquirida por el gobierno provincial para elaborar aceite), se decidan a brindar experiencias a través de almuerzos, celebraciones y diferentes tipos de eventos como sunsets. Ahora sumaron la opción del astroturismo. Con el nombre de Unge, lo llevan adelante desde enero de este año, esperando la primera cosecha para febrero de 2024.
Atención que llegar al lugar no es fácil, pero los anfitriones envían por Watssapp las indicaciones precisas para remontar la calle de tierra hasta la arcada de entrada una vez confirmada la reserva. Ya al llegar se encuentra un remanso de verde y montañas: un promontorio elevado donde hay una pequeña casa con un importante galería sombreada, un barra, pileta a disposición de los visitantes y los asadores en los que se está preparando el almuerzo (como fue en nuestro caso).
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La vista hacia el horizonte es de las plantaciones de cannabis, desde pequeños brotes que están creciendo a la sombra a hileras de árboles que tendrán su primera cosecha en febrero de 2024. Es que el sitio es nuevo nuevo, apenas abrió en enero de este año y deben esperar el período inicial para recoger el fruto de estas plantas.
Mientras tanto reciben a los visitantes en el predio desde las 11 de la mañana (en el caso del almuerzo) para brindar al principio algo para beber mientras se explica en una interesante charla las características del lugar y del cultivo. Cuentan con la autorización provincial para este emprendimiento, lo que significa que les comprarán la producción para elaborar aceite en la destilería oficial.
Unge es un lugar donde se llevan a cabo distintos tipos de eventos y celebraciones, pensado para activar experiencias sensoriales y naturales que se conectan con el entorno. Así que, después de visitar la plantación y aprender un poco más sobre el tema, los amables anfitriones sirven un nutritivo almuerzo muy bien regado por productos locales a la sombra de la galería mientras la charla entre grupos que no se conocen o que fueron juntos, armoniza con el distendido entorno.
La experiencia aquí es muy placentera y relajada. Tiene el objetivo de promover la salud, el bienestar y una mejor calidad de vida. Algo que en verdad se siente allí. Hasta tienen un espacio para celebrar bodas al atardecer. Todavía la entrada general con almuerzo tiene un costo de $ 10.000 (las bebidas alcohólicas se pagan aparte).
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