Thursday 18 de April de 2024
SUPERVIVENCIA | 27-02-2020 12:17

Trekking & Outdoor: cómo defenderse del ataque de un puma

El reporte de encuentros con pumas al aire libre cobró notoriedad los últimos días. Qué hay que hacer en caso de encontrarse con uno. Cómo minimizar el riesgo de ataque.

El 22 de febrero La Angostura Digital publicó la noticia acerca de un encuentro entre un puma y un habitante de Villa La Angostura durante una caminata por el bosque a 13 km del casco urbano. Fue un mirada cara a cara pasadas las siete de la tarde, a 15 metros de distancia. La protagonista de la anécdota –Alex Tersoglio– había dejado su camioneta sobre la ruta y se había puesto en marcha a pie por un sendero de montaña junto a su perro “Darwin”, un cachorro de tres meses. Todos se quedaron paralizados durante varios segundos que parecieron eternos, pero ella recordaba algunas normas de los protocolos de seguridad contra los pumas y las puso en práctica.

  • En términos generales y por su naturaleza, los pumas evitan a las personas, por lo que el ataque de un puma a un ser humano es un evento muy raro. De todas formas hay que caminar siempre atentos y no confiarse. Ellos reconocen los sectores y senderos por donde transita la gente y tienden a evitarlos, por eso es necesario no alejarse de esas huellas y de los sectores habilitados. 
  • Los momentos de mayor actividad de estos animales son durante el amanecer y el atardecer. 
  • Las actitudes que representan un mayor riesgo de ataque del puma son: andar solo, correr, moverse bruscamente, estar agachado, sentado, en cuclillas o acostado. 
  • Por su tamaño, los niños corren un riesgo mayor que los adultos, ya que resultan una presa más fácil.
  • Las mascotas pueden atraer a los pumas y la basura tentar a otros animales que son presas del puma.
  • La forma de atacar a sus presas es acechándolas. Y los movimientos rápidos de su presa asustada son un incentivo para el ataque. Por eso los movimientos a realizar deben ser opuestos (caminar lento, nunca correr), para así evitar ser confundidos con una presa y aumentar las posibilidades de un ataque. 
  • Un palo o una rama gruesa pero fácil de maniobrar suele ser efectiva para disuadir un ataque y para defenderse de un puma.
  • En lo posible es importante no moverse en solitario por zonas donde pueda haber pumas. Tres personas juntas es lo ideal, evitando salir al atardecer o al amanecer. Si se camina con niños, asegurarse que permanezcan cerca y que no se adelanten ni retrasen. Si aparece uno, alzarlos por protección y para parecer más grandes. Los niños también deben saber cómo actuar si se encuentran con un puma. Hablar con ellos para que no corran.

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  • En caso de encontrar algún animal muerto, nunca acercarse, sino más bien alejarse del área ya que puede ser un animal cazado por un puma.
  • Siempre y aunque la adrenalina nos supere, es fundamental caminar en forma tranquila de modo de no parecer una presa asustada. Jamás correr, no moverse bruscamente, no agacharse y permanecer de pie durante el recorrido. 
  • Jamás perder la calma, no acercarse a él ni darle la espalda. Procurar mantenerle fija la mirada, buscar un palo o rama, tenerlo en la mano y retroceder lentamente sin darse vuelta con cuidado de no caer
  • Tratar de aparentar ser más grande levantando brazos o abriendo una campera o cualquier vestimenta que haga aumentar nuestro volumen físico.
  • Si tenemos que detenernos a descansar, buscar un lugar alejado de obstáculos (rocas, arboledas) donde pueda esconderse un puma.
  • Nunca acorralarlo, sino dejarle siempre lugares por donde pueda alejarse fácilmente.
  • No tomarle fotos hasta asegurarse que el puma se está alejando. De lo contrario se distrae la atención de las medidas disuasivas.
  • Si el animal se está alimentando o está con las crías, su conducta puede ser imprevisible. Recordar que hay que alejarse siempre despacio y de frente a él (caminando hacia atrás).
  • Si después de todo lo expuesto el puma no se retira, además agitar una campera u otros objetos que se tengan a mano y hablar fuerte.
  • Finalmente, si un puma avanza agazapado, con las orejas hacia atrás, los dientes apretados, zigzagueando y moviendo la cola, todos esos signos indican una inminente agresión. En ese caso se recomienda (una vez más): no correr ni darse vuelta, procurar parecer más grande, agitar los brazos y levantar la campera sobre la cabeza, tener un palo a mano, arrojar piedras y gritar, comportarse agresivo sin demora, demostrándole al puma que uno no es una presa y que puede ser un peligro para él. Si los hubiera, pedir ayuda a los compañeros de viaje, ya que la presencia de dos o más personas suele disuadir el ataque.
  • Si se es atacado, defenderse con la ayuda de palos y piedras, peleando con violencia.
  • El puma causa la muerte de su presa mediante una mordida sostenida en el cuello a nivel de la tráquea, o en la boca y los ollares, y la muerte sobreviene por asfixia. Aunque las formas de reducir a la presa pueden cambiar dependiendo del tamaño y peso de ésta, de la experiencia del depredador y de las enseñanzas de la madre. Cuando los felinos son muy jóvenes o se enfrentan a presas muy grandes, los lugares y patrones de mordida pueden variar y parecer desordenados o repetitivos.
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Marcelo Ferro

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