La proximidad de la primavera genera que los distintos prestadores de servicios aceleran los preparativos de cara a la temporada de pesca en uno de los sitios más afamados para el pescador deportivo. Se trata de Bahía San Blas, ese icónico pesquero que despierta pasiones en los aficionados. Tras un invierno con una actividad más focalizada en la costa y en ingresos más aislados embarcados, poco a poco aumenta la presencia de cañófilos y sus requerimientos también van en alza.
Quilmes, aguas de buenos pejerreyes
Uno de los que se prepara para abrir la temporada es Gustavo Carranza y su familia, quienes no tienen en el agua sus grandes embarcaciones, pero no han detenido su trabajo en todo el año. Nicolás es el responsable de las salidas durante esta época, con una pesca muy interesante en la ría, alternando con dos calificadas especies como pejerreyes y róbalos.
Los pejerreyes panzones pican en La Chiquita
Aunque durante parte del invierno al pejerrey lo disfrutaron con aparejos de flote, con boyas yo-yo que permitían regular las brazoladas dependiendo de las mareas, ahora el pique es muy interesante, pero a fondo, con líneas de 2 anzuelos n° 1 o 2, encarnando con filet de anchoa o camarón, naturales, coloreados y, a veces, con aceite. Los portes son muy buenos, pero las cantidades no son abundantes, se dan unos 20 ejemplares por pescador en este momento.
Combativa especie
La otra alternativa muy interesante es el róbalo, una especie que tuvo altos y bajos durante el invierno, pero ahora están muy activos. Recordemos que esta especie pica desde que se empieza a enfriar el agua hasta octubre o noviembre cuando deja de comer. Lo pescan de fondo, con cañas livianas para divertirse y disfrutar el combate. Al igual que con el pejerrey, se da con anzuelos 1 o 2, pero más reforzados para que en la pelea no corramos el riesgo de que se enderece. Plomo chico, de 50 a 60 g, y encarnes con las mismas ostras que podemos recoger en el lugar cuando baja la marea, siempre con mucho cuidado al abrirlas para sacar la pulpa por los cortes. Se ata con hilo elástico y es la carnada más rendidora, aunque aisladamente se dan capturas con camarón o langostinos coloreados de rojo.
San Blas en todas las modalidades todo el año es una atracción, con una actividad piscatoria que estará en ascenso en las próximas semanas. Ya la pescadilla está atracando firme en la costa y se esperan novedades importantes con el resto de la variada que irrumpirá con ganas como cada temporada. Para agendar una pronta visita al paraíso del pescador deportivo.
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