De cuerpo fusiforme, cubierto de escamas regulares a grandes y con un color gris azulado, aclarándose en los flancos, la pescadilla se la encuentra en todo el litoral bonaerense, incluso en el agua dulce de San Clemente y hasta la Bahía San Blas, escenario que suele abundar. Se trata de una especie cazadora que toma carnadas naturales como cebos artificiales y que cuenta en su currículum una fiesta que se realiza en su honor desde hace casi 2 décadas, la Fiesta Nacional de la Pescadilla, un evento que se realiza cada año en la localidad de Pinamar, dentro de la provincia de Buenos Aires.
La especie es una de las que más abunda y es común que gran parte de los aficionados haya logrado capturar alguna en su vida. Su dieta varía dependiendo de la edad del ejemplar. Los juveniles se alimentan principalmente de crustáceos, entre los que se destacan camarones y crías de langostinos, y en menor medida, de peces como la anchoíta. A medida que crece, los forrajeros pasan a ser su alimento casi en exclusiva, por eso los filets de pejerrey y de sardina fresca con escamas son tan buenos y rendidores entre las carnadas.
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Con un tamaño promedio que varía entre los 30 y 60 cm y un peso oscilante entre el kilo a los dos kilos, la pescadilla tiene un pique que suele ser violento, pero una vez pinchada del anzuelo no suele dar mucha pelea. La parada de agua y el comienzo de la bajante suelen ser dos buenos momentos para intentar con ellas, con equipos tradicionales de variada de mar, cañas livianas y reeles cargados con nylon del 0,28 a 0,30 mm y un chicote de salida de 0,70 mm. Muchas veces, rinde mejor levantar las brazoladas, es decir, que la última, si es que utilizamos dos anzuelos, esté más o menos a 40 o 50 cm del plomo. Recomendamos usar bajadas largas porque muchas veces el movimiento del agua acelera el pique de esta cazadora nata.
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Su gran evento
La Fiesta Nacional de la Pescadilla tendrá su 14° edición el próximo domingo 8 de septiembre, en un torneo en el que la especie no tiene peso mínimo para entrar en clasificación. Hay más de $ 20.000.000 en premios y $ 5.000.000 para aquel pescador que capture el ejemplar de mayor peso. La grilla de gratificaciones se extiende hasta el 20° clasificado, además de las damas, cadetes y al mejor chucho. Los pescadores pueden inscribirse con un costo de $ 50.000. El concurso es organizado por el Club de Pesca Pinamar y se extiende de 10 a 15 hs, aunque el sábado al mediodía será la apertura de la fiesta en Bunge e Intermédanos, con shows en vivo, patio de comidas y muchos sorteos.
Aunque la buena distancia en los tiros ayuda, esto no es excluyente y permite que la familia completa pueda tener la chance de lograr una captura. En la historia de la fiesta, se han dado numerosos casos de triunfos o buenas clasificaciones de jóvenes, damas como debutantes, quienes con lances cortos se llevaron grandes premios. ya que habita los mismos sectores, come las mismas carnadas y se pesca de la misma manera que cualquier ejemplar de variada.
La posibilidad está latente para ir por las pescadillas, una especie descartada hace muchos años pero que hoy es muy apreciada por su abundancia y la calidad de su carne que la convierten en un pez ideal para llevar a la mesa.
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