A pocos días de comenzar una nueva temporada de pesca de escualos en el país, integrantes del proyecto Conservar Tiburones en Argentina publicaron en sus redes los resultados obtenidos tanto en el periplo piscatorio 2023/24 y los acumulados en los 14 años de trabajo ininterrumpido de pescadores deportivos y biólogos de la Wildlife Conservation Society Argentina, la Universidad Nacional de La Plata y el Museo Argentino de Ciencia Naturales. Esta idea de marcado es federal y se ejecuta desde el 2010, siendo el proyecto más longevo del país de ciencia ciudadana. Desde ese tiempo, suma constantemente a pescadores deportivos de todo el país a realizar el marcado de especies amenazadas de extinción y practicando la pesca con devolución de los grandes tiburones costeros de la Argentina.
Números importantes
El trabajo ha generado información confiable e inédita para la conservación y el estudio de los tiburones costeros en el país, logrando a hoy marcar 2.735 tiburones, habiendo etiquetado a 604 en la temporada 2023/24. El proyecto, que se extiende desde el Faro Querandí (Buenos Aires) hasta Puerto San Julián (Santa Cruz), mostró por primera vez, luego de 4 temporadas consecutivas donde la cantidad de marcas aumentaban año a año, una merma en la cantidad de ejemplares etiquetados, de los cuales el 44 % pertenece a la especie Cazón, y un 39 % al Bacota.
Tiburones: la batalla contra los más grandes
Según se desprende del informe, en el caso de los cazones, si bien se mantuvieron en alza, se observó una merma de ejemplares con respecto a las temporadas anteriores. En cuanto al tiburón bacota, las marcaciones tuvieron una baja importante en el marcado en casi toda la provincia de Buenos Aires y el norte de Río Negro. A pesar de ello, en este ciclo se produjo un hecho significativo que tiene que ver con la primera etiquetada de un bacota dentro de Chubut.
Desde Conservar Tiburones encuestaron a 62 pescadores del proyecto para entender mejor esta caída en los ejemplares etiquetados, buscando la percepción y el desempeño pesquero dirigido a tiburones durante la temporada. La mayoría consideró que el año de pesca fue de regular a muy malo debido a la falta de piques y a problemas económicos, con un número bajo de salidas en promedio por pescador.
El marcado y posterior devolución de cada uno de los ejemplares capturados es un gran aporte para que los grandes tiburones costeros puedan seguir presentes en Argentina, en un esfuerzo de pescadores y biólogos que logran determinar en forma cierta patrones migratorios, crecimiento, fidelidad a los sitios de marcado, dinámica poblacional, entre otros aspectos claves para su manejo y conservación.
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