Estamos transitando un momento en donde con un poco de trabajo y recorriendo los distintos sectores del rio, se puede hacer una jornada digna de pesca de pejerreyes. Eso sí, hay que evitar ser pretencioso en cuanto a las cantidades y sabiendo que a esta altura de la temporada los portes de las piezas son bastante dispares.
Matungos de novela en el Paraná Guazú
Con esta consigna es que coordinamos con el amigo y colaborador Juan David Pérez hacerle una nueva visita al Paraná Guazú y al Paraná Bravo. En esta ocasión también nos acompañaría Manuel Pérez, hijo de Juan, quien viviría junto a nosotros su primera experiencia de pesca de pejerreyes, embarcado.
Los pejerreyes del convite
Salimos desde mi domicilio a las 8:00, dado que el pejerrey está picando promediando la media mañana o por el mediodía, motivo por el cual no valía la pena madrugar.
Nos tocó un día sin helada y las molestas nieblas que hacen peligroso tanto moverse en ruta como en el agua, en contrapartida sí teníamos un viento de mediana intensidad del sector noreste. Nos esperaba la embarcación en la guardería del camping recreo Keidel.
Pejerreyes matungos al sur bonaerense
Ya en el agua navegamos como de costumbre hasta las inmediaciones de los muelles de los pantanos, donde procedimos al armado de nuestros equipos, que en cuanto a encarne incluía excelentes porciones de mojarras adquiridas en morenera El Toro de Calixto Dellepiane y ruta provincial 6.
Con todo preparado nos largamos por el Guazú al garete hasta la boca del Doradito, donde en principio Manuel logró su primer ejemplar de pejerrey de muy lindo porte. Por mi parte, también registré un par de capturas más al igual que lo hizo Juan; los portes de los pejerreyes podemos decir que eran todos lindos, medianitos a grandes, los que estaban comiendo en brazoladas de todas las medidas y tomando tanto mojarras vivas, como isocas y filet salado de sardinas y dientudos.
Finalizando este desplazamiento en la boca del Doradito cruzamos por dentro y nos dirigimos a las inmediaciones del kilómetro 167. Reacondicionamos equipos y carnadas para comenzar a movernos en la zona, nos largábamos pegado a los juncos de la costa entrerriana y el viento bastante intenso nos sacaba río afuera, realmente la deriva era muy rápida y aunque teníamos el ancla de capa colocada no era suficiente para frenar un tanto.
Este sector del Guazú nos regaló un par de ejemplares más de pejerreyes, pero realmente necesitábamos repararnos del viento. Así las cosas, navegamos aguas abajo hasta el juncal largo del Bravo frente al Page, aquí medianamente pudimos disipar un poco el viento y el ancla de capa, ahora sí, nos ayudaba a derivar más suave. En este sector ni bien llegamos obtuvimos algunos lindos piques con corridas de boyas en todas las direcciones y capturas de algunas piezas más, pero al poco tiempo se cortó la acción.
Nuevamente en movimiento y ya buscando la última parte de esta jornada, llegamos al espeque del kilómetro 164 dónde definitivamente encontramos el reparo del viento que buscábamos. Por última vez, reacondicionamos los equipos y carnadas para iniciar gareteada aguas abajo, la que finalizamos a unos 500 metros antes del río Gutiérrez y en donde le pudimos sacar algunos pejerreyes más al Bravo.
Finalmente, navegando aguas arriba, nos fondeamos pegados al juncal del Bravo a metros de la boca con el arroyo Las Piedras, donde dejando derivar las líneas aguas abajo se nos dieron los mejores piques y capturas con portes de pejerreyes entremezclados.
Sin dudas, fue uno de esos días de pesca en el cual tuvimos que “hacer bien los deberes”, como diría el recordado amigo Vicente Turriaga, para de esta forma realizar una cuota digna de pejerreyes. De eso se trata también esta actividad: no hay nunca una jornada igual a otra y es por eso que nos gusta tanto.
Datos útiles: Carnadas “El Toro”, ruta provincial N°6 Y Calixto Dellepiane, Campana, Buenos Aires. Abierto desde las 6:00. Reservas: Tel. 03489-15-293296.
Camping Recreo Keidel, guardería y bajada de lancha. Contacto: Tel. 03487-15-470576.
Comentarios