La captura del pez vela está entre las más difíciles y arriesgadas del deporte de la pesca. Katherine Perkins, de 73 años de edad, oriunda de Maryland (Estados Unidos), estaba disfrutando como espectadora de una jornada que prometía buenas piezas en el Atlántico Sur Estadounidense, a escasa distancia de la costa de Florida.
Grandes trofeos de aguas cálidas
La mujer se encontraba acompañada por Louis Toth de 75 y Dominic Bellezza de 77, cuando alguien que en el mismo barco probaba suerte con su equipo atrapó a un pez vela de porte medio (unos 45 kilos), comenzando una emocionante lucha, como es costumbre en estos peces, que al arrimarlo al bote casi culmina en tragedia.
Según el informe del incidente emitido por la oficina del aguacil en el Condado de Martin en Stuart, mientras Toth y Bellezza trataban de sacar al vela de las cálidas aguas, a unos tres kilómetros de la costa, para que Perkins hiciera fotos, saltó repentinamente ganando la cubierta y con el pico de su hocico, literalmente apuñaló a Katherine en la zona de la ingle. La herida no llegó a ser mortal pero requirió hospitalización inmediata.
Los peces vela pertenecen a la familia de los istiofóridos que incluyen a los marlines y, como su nombre lo indica, tienen una gran aleta dorsal que les da su característica distintiva. Ambos, pez vela y marlín, están emparentados con el pez espada. Todos considerados entre los más importantes trofeos de la pesca deportiva por sus emocionantes corridas que exigen gran pericia en el manejo combinado de caña, reel y sedal.
Ya adulto el pez vela puede alcanzar los tres metros de largo y pesar más de 100 kilos. Llega a los 110 km/h gracias a su cuerpo musculoso e hidrodinámico, lo que lo transforma en el segundo animal marino más veloz luego del tiburón mako (124 km/h).
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