Saturday 27 de April de 2024
PESCA | 14-10-2023 10:00

Muñecas letales en el Cinco Bocas

Abundancia de tigres de los ríos en el Paraná Guazú, desde la isla Vizcaíno hacia el Sur, con regreso por el arroyo Baltazar y la isla Botija. Cuáles fueron los señuelos más rendidores en cada zona.
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Al momento de hacer este relevamiento, el río Uruguay había sufrido una gran crecida y llegaba a los 11 m de altura en algunos sectores. En contrapartida, del Paraná bajaba agua sucia y su caudal crecía negativamente. Algo así como un vaso comunicante que, en realidad, no se comunica. Todo esto conspiró para que saliera a buscar nuevas alternativas para la pesca de dorados, especie a la cual quería dedicarle esta nota. Con los pesqueros tradicionales afectados por la naturaleza, comencé con los llamados habituales a los amigos que suelen salir a pescar de manera continua en busca de sus tesoros.

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Entre tantas charlas y anécdotas, fue Facu Armendariz, pescador y guitarrero como se dice comúnmente, quien me convenció para recorrer el Paraná Guazú, partiendo desde el segundo puente del complejo Zárate - Brazo Largo. Facu hace bastante tiempo que  surca esta zona de manera particular, siempre acompañado de otros buenos pescadores. Y junto a ellos fue descubriendo diferentes lugares, modalidades y secretos para realizar pescas más que interesantes. El denominador común son los doradillos que, por suerte, están invadiendo todos los deltas para que el pescador deportivo los disfrute  con carnada natural o con artificiales.

Equipos

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Nuestra idea era pescarlos sólo con artificiales, y para eso llevamos equipos de baitcasting compuestos por cañas de 1,80 a 2,10 m de largo, de entre 14 y 17 lb (1 lb = 0,453 kg) de potencia. En cuanto a los reeles, huevitos con capacidad de carga de hasta 100 m de hilo multifilamento de 30 y 40 lb. También llevamos equipos de spinning: cañas de 2,10 m de largo y 10 a 14 lb de potencia, acompañadas con reeles frontales medianos con multifilamento de 30 lb. En cuanto a los señuelos, varias cajas con distintos modelos, colores y tamaños para tratar de cubrir todas las expectativas. Como para agrupar algunos, pusimos poppers Cano, Raptors, Voraz, DonKb, Skitter Pop Rapala y Chug Bug Storm, todos de superficie. Para capturas de hasta 1,50 m de profundidad optamos por  Rapala X-Rap 8 y 10, Gozio Bendy 1, Alfers 26 g paleta 2, Raptor Rex, Gozio Epic y NG 90. Finalmente, para los sectores bajos o bancos de arena, sumamos a las cajas los nuevos Gozio Valkiria, Pucará Gliding Shad y Strike Pro Buster Jerk. La verdad, podríamos seguir enumerando infinidad de marcas y modelos, pero lo mejor es llevar todo lo que tenemos, porque podemos pecar de dejar en casa el que seguro hubiera funcionado. A veces, una excusa.

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Antes de contarles la última salida, la que sirvió para mostrar en fotos lo acontecido, estos amigos habían repetido varias veces este tipo de pesca y en algunas realizadas junto a Natalio Seggioli volvieron muy contentos, porque contabilizaron más de 100 piques y casi igual cantidad de capturas, un lujo para estar tan cerca de Capital Federal y con una pesca tan apasionante como es la de dorados con artificiales. En alguna otra conversación o vía WhatsApp nos pusimos de acuerdo y coordinamos para un fin de semana. Todos los días venían con una temperatura muy agradable, sin viento, cielo celeste, pero cuando nos tocó a nosotros se volaban las monedas, como se dice habitualmente cuando hay mucho viento. Y no solo eso, nublado, frío, todo mal... pero siempre las ganas son más fuertes y bien tempranito ya estábamos camino a Zárate.

En marcha

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Efectuamos una parada técnica para desayunar bien rico y buscar todas las excusas posibles por parte de Facu, nuestro anfitrión. En esta oportunidad, acompañados por Gonzalo Gorbea y Hernán Rossi, quienes ya habían ido varias veces también, siempre con óptimos resultados. Una vez llegados al recreo donde Facundo guarda su embarcación, cargamos todo rápidamente y en pocos minutos estábamos en marcha. Realmente la navegación fue poco placentera debido al viento, los salpicones de agua y el oleaje. Recorrer el majestuoso río Paraná Guazú hacia la zona de Cinco Bocas no fue tan placentero como lo es de manera habitual.

Sin duda, el Guazú tiene mejores estructuras para ir probando durante el viaje, pero debido a las inclemencias del tiempo decidimos cortar camino y navegar un poco más tranquilos por el Talavera. Y si bien son muchos los lugares que invitan a pescarlo, la idea era arrancar desde la isla Vizcaíno hacia el Sur. Obviamente, no dejamos pasar un par de bocas de arroyos y riachos que salen a babor, y con señuelos de subsuperficie se fueron dando los primeros piques de doradillos, chicos pero muy saltarines y con ganas de desprenderse pronto del engaño. En todos los casos hubo algunas fotos y rápidamente fueron devueltos a su hábitat.

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También intentamos algunos lances entrando a un arroyo sin nombre a modo de prueba, exploración y aprendizaje. El arroyo es más para taruchas que para dorados: aguas quietas, algunos camalotes y palos también. Hubo un par de ataques, pero no de dorados, calculamos fueron taruchas que aún estaban un poco aletargadas por el frío intenso del momento. Salimos y, una vez llegados a la boca del río, navegamos en dirección a la Zanja Mercadal, que realmente estaba con poca vida, por lo que solo hicimos algunos lanzamientos de prueba sin resultados positivos. De ahí cruzamos a la costa, donde se divide la isla, y ahí sí tuvimos gran actividad. Allí logramos varias capturas, entre las cuales se mezclaban algunos doraditos que llegaron a los 2,500 kg de peso; muy divertido.

Doradillos en abundancia

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¡Ah! Debido al río crecido se había formado un chorrito de agua que caía de la isla con fuerza y daba la sensación de buen lugar. Con señuelos tipo mojarra, como el Gozio Epic y el NG 90 de paleta shallow, obtuvimos varios piques que se mantuvieron firmes con la correntada y había gran actividad de dorados allí. El viento no paraba y había que volver, pero esta vez el Guazú fue la ruta de vuelta con la intención de costear la vereda entrerriana e intentar llegar interiormente hasta el arroyo Baltazar, un gran pesquero.

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Con señuelos del tipo banana como los Alfers, Raptor, Voraz y Bendy 1, nuevamente los piques no se hicieron esperar: los tamaños no variaron y la cantidad tampoco. Había mucha y muy buena pesca. Rumbo ahora hacia el río madre, cruzamos de costa para probar en cercanías de la isla Botija, tradicional pesquero donde muchas veces queda como un hermoso lugar de paseo, pero los insistidores logran allí capturas significativas. Y acá voy a ser escueto, porque mis compañeros se enojan y, dicen como está de moda en estos momentos: “No me quemes...”, pero está buena la pesca en ese sector del río, en esa costa en particular.

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La verdad, zafamos dignamente con una gran pesca de dorados, gracias a un excelente conocimiento de la zona por parte de Facu Armendariz y de las muñecas letales de dos pescadores como Gonzalo y Hernán. Es verdad que los dorados no son grandes, pero recuerden esta frase: no hay pescados chicos, sino equipos exagerados o sobredimensionados, con ese cambio las capturas están divertidamente aseguradas.

MAPA DE LA ZONA

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  • Ubicación: desde Capital Federal tomar Ruta 9. Luego de recorrer unos 100 km llegaremos al 2º puente del complejo Zárate - Brazo Largo. En la YPF, antes de cruzar el peaje, vamos a encontrar La Estación del Peacador, donde podemos asesorarnos y proveernos tanto de carnada natural como de cualquier elemento que nos hayamos olvidado o necesitemos la actividad.
  • Guía: Hernán Tuñón, Tel.:  (9 11) 5037 0303.

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Julio Pollero

Julio Pollero

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