Al proyecto de estudio de migraciones de peces iniciada en el año 2017 por parte del Instituto de Ictiología, dependiente de la Universidad del Nordeste de Corrientes, le sumaron una nueva investigación, relacionada con el estudio de los "otolitos", la posibilidad de hacer análisis químicos de los mismos, según señala en una nota el portal Norte 24 de Santa Fe.
Dichas estructuras se encuentran ubicadas en el oído de los peces, al que algunos la llaman la "caja negra" de las especies, por la información que guardan. A medida que el pez crece incorpora minerales en esa estructura ósea, que es algo parecido a un hueso. En ese lugar, diariamente se depositan minerales que permiten su crecimiento a lo largo de toda su vida. Además de incorporar las sales de calcio que le da su principal estructura, agrega otros minerales que se encuentran en el agua. En diálogo exclusivo con el citado portal, el doctor en Ciencias Biológicas y licenciado en Genética, Sebastián Sánchez, contó sobre la iniciativa y explicó que "como la cuenca del Plata es muy amplia y recibe la influencia de diferentes hábitats, todo esto termina uniéndose en el Río de la Plata, que a medida que se aleja de la desembocadura del Paraná y el Uruguay, hace que se produzcan en ciertas zonas grandes cambios en la composición química del agua, que se pueden detectar precisamente en los otolitos".
Cómo estas estructuras son muy pequeñas, para realizar dichos estudios se necesitan equipos láser que no existen en Argentina, por lo que se trabaja con un equipo de Europa. A modo de ejemplo señalan que "en el sábalo, por ejemplo, se puede observar sí estuvieron en estuario del Río de la Plata, donde el agua es marcadamente más salada que en la cuenca del Paraná, Uruguay, Paraguay, información que se acumula en los otolitos, pudiéndose afirmar que ha estado en dicho ambiente".
Al ser consultado sobre si hay posibilidad de saber si, ante el hecho de haber estado en varias cuencas, se podría determinar si cada una de ellas aportan diferente crecimiento, el especialista explicó que "el otolito crece de manera homogénea, mientras que el pez, el crecimiento dependerá de si tiene comida abundante o no. Lo que sí se puede determinar es a través del análisis del núcleo del otolito, que es la primera formación calcaría que hubo en el animal al nacer, precisamente uno puede saber si ese pez proviene de la cuenca del rio Paraguay, Paraná o del Uruguay".
"Al pasar los años, el tiempo marca anillos de crecimiento que nos permiten determinar la edad y analizando la composición química se podrá decir si ha nacido y vivió tres años en la cuenca del Paraná y si se trasladó; sí estuvo un tiempo en la cuenca del Paraguay. Por lo que analizando los anillos de crecimiento de dicha estructura se puede determinar la edad, mientras que con el análisis de la composición química se podrá afirmar -por ejemplo- que nació y vivió tres años en la cuenca del Paraná, que luego emigró hacia la cuenca del Paraguay donde estuvo tres o 4 años. Toda esa información se podrá obtener con el estudio de la composición química de los otolitos".
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