Si imaginamos materias claves en la pesca deportiva, una de ellas tiene que ver con la lisa, una especie que quien logra entenderla goza de la admiración del resto. Sus seguidores saben que luchan con un pez enigmático e imprevisible, razones más que suficientes como para que el aficionado se agarre tremendos berrinches al fracasar en sus intentos que, usualmente, se dan con soles implacables, tábanos, fangos de olores nauseabundos y donde el pescador hasta parece jugar a las estatuas vivientes tratando de no espantarlas. En este duro contexto, enero de 2024 no se ha presentado de la mejor manera y cuesta encontrar destinos que hayan sobresalido en cuanto a su pesca.
Líneas para pescar lisas en canales y arroyos
Uno de los puntos salientes cada temporada es Mar Chiquita, la albufera no suele fallar y paga muy bien. Este año, costó arrancar, y recién por estos días se están logrando resultados más parejos. Imágenes de uno de los guías amigo como Jony Burgos nos mostraba buenas capturas en un ámbito que siempre se destaca y, en este inicio de febrero, es una de las alternativas más viables, claro está, el apoyo de un buen guía es clave en tiempos donde cuestan los piques.
3 alternativas de pesca cerca del mar
De origen marino, posee la cualidad de internarse y vivir durante mucho tiempo en agua dulce en numerosos ambientes del sudeste bonaerense, con ríos, arroyos, canales, bañados y lagunas que facilitan su desarrollo físico, permitiéndole alcanzar portes importantes. En esos destinos hay que decir que este año sólo ha sido el Salado un punto destacado, donde con mucho esfuerzo se han logrado algunas faenas interesantes en inmediaciones a Beguerie, para el lado de Las Flores, donde lisa hay mucha, pero cuesta encontrarla con ganas de comer. El pescador debe caminar mucho, aunque algunos usan embarcaciones chicas para acceder en una navegación con cuidado, ya que ha bajado mucho el río y hay bancos que pueden romper hélices o partes del motor. En esos sectores, la pesca se realiza a flote, con bajadas de 15 a 20 cm, y con lombriz, con una lisa de portes entreverados que se ha acomodado en los pozones y responde a los intentos de esos aficionados esforzados que, con mochila al hombro, recorren cientos de metros. En el mismo río Salado, pero en General Belgrano, entre la compuerta dos y la virgen, también se ven lisas, pero ya los portes son otros, muy chiquitas. Recorriendo otros clásicos puntos del Salado, tanto en El destino, La Postrera, La Cascada o lo que era Don Eduardo, hoy El Picurú, la lisa no es opción, salvo alguna aparición aislada, siendo alternativas sólo viables para la variada.
En aguas interiores, un punto que no solía fallar era Canal 9, hoy en una de sus peores temporadas, dándose capturas en la zona de la RN 11, en clásicos pesqueros como La Plantación o el Monte de los Corderos, pero en general, muy pobre. En Canal 1, de la 11 para la desembocadura, alguna lisa se rasguña, también en Azpiro y en Canal Guido al Mar, todo cerca de la 11 y en ámbitos donde la pesca se limita a la variada, buscando especialmente en las compuertas. Por los bajos niveles de agua, este año no hubo novedades de canales como el 11 y el 12, aunque al cierre de este informe nos llegaban buenas imágenes de lindas lisas en el pesquero Yorio, en arroyo Las Flores.
Más al sur, la chance de lisas está en las bocas del río Sauce Grande, en el arroyo Claromecó y en el Quequén Salado, curso que serpentea gran parte de la región para desembocar en el mar en lo que es el límite de los distritos de Tres Arroyos y Coronel Dorrego. Cerca de la Cueva del Tigre, con aparejos de flote de tres boyas verde limón o blanco, han logrado buenos piques, con lombriz colorada, o los clásicos peceto teñido de rojo o la panza de lisa. Por el Sauce, en Monte Hermoso, recién se les dio por picar y se esperan días interesantes para la especie, algo similar a lo que pasa en el Quequén Grande, en Necochea, donde se ve mucha cantidad pero cuesta hacerlas comer.
Una especie enigmática que nos puede sorprender en cualquier momento. Quién les dice, tras estos calores importantes de enero, con un febrero que puede tener mayor cantidad de precipitaciones, las condiciones cambian y la lisa explota. Sin dudas, habrá pescadores esperando ese momento.
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