El trimado del motor en caso de los fuera de borda, o de la pata en el caso de los dentro-fuera, tiene como objetivo lograr el planeo de la embarcación o su respectivo apopamiento o aproamiento, si se está realizando una navegación con mal tiempo. Una embarcación logra su planeo cuando una tercera parte de superficie del casco roza el agua y dos terceras partes están en el aire. Esto se logra aprendiendo a regular el ángulo del trim, ya sea por indicador de instrumental o inspección visual, o sensación de comodidad en navegación para aquellos que poseen mayor experiencia.
Se llama trim positivo cuando el ángulo formado entre la pata y el casco es hacia popa, trim negativo cuando el ángulo es hacia proa, y trim neutro cuando el ángulo es 0º (cero grado). El ángulo ideal entre la eslora de la embarcación y la superficie del agua es de tres grados: esto se logra con trim cero grado.
Una pata muy baja (negativa) tiende a bajar la proa. Esto provoca mayor resistencia al avance por deslizamiento superior a la mínima deseada y, como consecuencia, un mal aprovechamiento de la potencia del motor, generando un mayor consumo y una menor velocidad.
Sube la proa
Con la aceleración este efecto se incrementa. Por el contrario, una pata muy alta (positiva) tiende a subir la proa: no se logra el planeo bajo esta condición de navegación. Ello provoca el cabeceo de la embarcación y aumenta el ángulo sin visibilidad para el conductor. Sin embargo, es eficaz al momento de enfrentar oleaje de proa, dado que actúa el casco como muro de protección frontal, aunque la velocidad es menor.
El trim neutro o de cero grado se logra ubicando el motor y/o pata en posición vertical a la superficie del agua, quedando el eje de la hélice en posición horizontal. Este es el ángulo perfecto en el cual se logra la mejor condición de navegación, el menor consumo y la velocidad crucero para ese tipo de embarcación. Por supuesto, es muy importante la distribución equilibrada y proporcional de los pesos a bordo. Muchas veces los tripulantes se sientan todos en popa incrementando el peso en un punto extremo. Esto provoca apopamiento, lo que se soluciona trasladando personas a proa para que esta baje o, en el caso de no desear ese traslado, se debe ubicar el trim excesivamente negativo. No se logrará el planeo adecuado pero al menos la proa bajará. Tengamos en cuenta que el peso es la variable determinante para la utilización correcta del trim.
La ventaja de poseer un sistema de trim es poder accionarlo mientras se está en condición de navegación para modificar el ángulo y variar el comportamiento marinero del casco. No confundir el sistema trim con el sistema levanta pata. Este último sólo opera con la embarcación en reposo y sin tracción de hélice, aunque se lo puede hacer operar con el motor en marcha. Al momento de guarda de las embarcaciones en cama, hay que ser cuidados tanto el sistema trim como el que levanta la pata es muy importante: las lanchas se guardan con los motores elevados para evitar que golpeen en el elevador de costa y para tener mayor aprovechamiento dentro del espacio en galpón de guarda. El mismo mismo vale si la embarcación debe ser traileada por la vía pública o embicada en alguna playa de arena o costa.
Las embarcaciones son diseñadas para navegar marcha adelante, pero pueden hacerlo marcha atrás al momento de efectuar maniobras de atraque a muelles o en espacios reducidos. Este tipo de maniobras pueden ocasionalmente originar ingreso de agua por el espejo de popa si se realiza bruscamente. Para evitarlo, es recomendable realizarlas suavemente o colocando trim positivo para levantar la popa, aunque esto último disminuye la capacidad de gobierno de la embarcación.
Cuando se navega en zonas de muy baja profundidad, para evitar tocar fondo, es recomendable mínima velocidad y trim positivo en exceso. En este caso se dificulta el gobierno, dado que debe trabajarse permanentemente con movimientos de timón para acomodar la embarcación sobre su rumbo, pues la hélice no tracciona con flujo de agua horizontal a la superficie del casco.
¿Varado? Técnica para zafar
Si existiera la posibilidad de haber varado, una buena estrategia es levantar el trim (siempre revisar que la hélice y la toma de agua de la pata queden cubiertas por el agua), y accionar la reversa con mínimos movimientos laterales de timón. Esto creará un autodragado generando un túnel a popa del casco, y facilitará zafar de la varadura.
Para embarcaciones que no poseen instrumental que indique el ángulo del trim, deberá ajustarse en función a la regulación manual del ángulo de la pata, el cual determinará el ángulo de la hélice. Esto es para el caso de las embarcaciones menores, como algunos botes pescadores, semirrígidos y pequeñas lanchas. Se recomienda ajustar previamente –fuera del agua– el ángulo adecuado tras haber probado su mejor condición de navegación.
La pegunta que muchos se hacen es ¿en mi embarcación siempre debo trabajar con el trim de la misma forma? Y le respondemos que no, porque depende de la carga que lleve, de la disposición de la gente a bordo, del viento y del estado del río. Por eso tampoco podemos fiarnos de lo que otros nos dicen al respecto, o a lo que ellos sienten en sus embarcaciones. Cada navegación es totalmente personal.
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