Hemos visto varios modelos de superyates en los últimos meses, incluso algunos de increíbles dimensiones, pero pocos se asemejan al Flying Fox, que con sus 136 metros de largo es el yate en alquiler más grande del mundo.
La embarcación se puede utilizar por la cifra de (agárrese de algo) 4,12 millones de dólares por semana. Si el precio le parece demasiado no se preocupe, ya que puede dividir los gastos con las demás personas que utilicen el barco, que no serán pocas, ya que el Flying Fox puede llevar hasta 25 personas a bordo.
Obviamente estamos frente a un barco de lujo que fue pensado como un auténtico palacio sobre el agua. Con el exclusivo diseño interior de Mark Berryman, la embarcación cuenta con 11 cabinas, todas con su propia terraza con vista al mar.
Entre todos los detalles a destacar, uno de los más importantes es su pileta de 12 metros de largo ubicada en la cubierta principal. Otra cuestión muy llamativa es su spa de dos pisos, de unos 400 m², algo nunca antes visto en una embarcación de este estilo.
Como es de esperar, las excentricidades no terminan acá. El Flying Fox tiene un total de 6 cubiertas llenas de confort para que los pasajeros disfruten del día y la noche de la mejor manera. Por su parte, los que buscan experiencias nuevas pueden hacer uso del minisubmarino o el criosauna que incluye el yate.
Como se puede ver en el video de presentación, el Flying Fox también cuenta con 2 helipuertos y varios jacuzzis y bares en sus cubiertas para relajarse y disfrutar de la mejor manera.
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