Cinco instituciones científicas han decidido unir sus esfuerzos para llevar a cabo un proyecto transfronterizo con el objetivo de proteger y salvar a la rana gigante del lago Titicaca, que corre a lo largo de los 1.047 kilómetros de la frontera terrestre que comparten Bolivia y Perú, considerada la rana completamente acuática más grande del mundo y que, lamentablemente, se encuentra en serio peligro de extinción.
El equipo de rescate está compuesto por expertos del Museo de Ciencias y el Museo de Historia Natural, ambos de Bolivia; la Universidad Cayetano Heredia, de Perú; la Pontificia Universidad Católica de Ecuador; el Zoológico de Denver, Estados Unidos, y la organización sin fines de lucro NaturalWay. El objetivo del proyecto que, además, cuenta con el respaldo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y de los gobiernos de Perú y de Bolivia, busca asegurar el futuro de la rana que, desde hace varios años, está siendo fuertemente amenazada, tanto por la contaminación generada por la minería como, así también, por su uso cada vez más grande en la medicina tradicional de ambos países.
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Conocida científicamente como "Telmatobius culeus", esta rana recibió su apodo por los enormes pliegues de piel que incrementan el volumen de su cuerpo y le permiten respirar en aguas a una altura de más de 3.800 metros sobre el nivel del mar. Esta especie autóctona del lago, puede llegar a medir 14,5 centímetros de longitud; no obstante, en su momento, el famosos explorador e investigador francés Jacques-Yve Cousteau afirmó que pueden alcanzar un tamaño de 50 centímetros y estar en profundidades de hasta 100 metros-
En 2016, miles de ranas fueron encontradas muertas a orillas de un afluente del mencionado lago fronterizo. En ese momento, los científicos pensaron que la contaminación generada por la agricultura y los plásticos fue la principal causante de semejante muerte masiva. Pero las ranas también son cazadas, pues no son pocas las personas que, erróneamente, creen que tienen propiedades afrodisíacas. Además, son usadas en una bebida llamada "jugo de rana" que se vende en algunos mercados tanto de Perú como de Bolivia, mientras que algunas partes de su cuerpo son usadas como amuletos por los habitantes de ambos países sudamericanos..
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