Una pareja neuquina viajó desde su provincia natal hasta el Caribe en bicicleta acompañados por su perra Ona, una mestiza de tamaño mediano para la que acondicionaron un canasto especial en uno de los vehículos. Según consigna el portal Río Negro, Antonella Santarelli y Renzo Scattone (oriundos de Plottier) salieron el viernes 6 de abril de 2018 desde la ciudad de Zapala, Neuquén, y viajaron en bicicleta a Cartagena de Indias, Colombia, adonde arribaron a principios de febrero de 2019. Atravesaron seis países hasta llegar al Caribe: Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Recorrieron más de 10 mil kilómetros en 10 meses, haciendo un máximo en un día de 140! y un mínimo de 20. La velocidad promedio fue de entre 15 y 20 km/h, con una máxima de 75 km/h en bajada y 5 km/h en subida. La temperatura más baja la encontraron en Salta, antes de llegar a Cafayate: -20 C°. Y la temperatura máxima en Colombia: 40 C°.
La cachorra (al comienzo de la aventura) se adaptó enseguida a la rutina de sus dueños, no se peleó con ningún perro durante el trayecto, buscó jugar y aprendió, después de tres incursiones, que no estaba permitido comer el alimento de los canes de los anfitriones cuando los invitaban a alguna casa. Hoy los tres están pasando la cuarentena en La Plata mientras esperan que la pandemia pase para regresar a las rutas.
A veces, cuando no había riesgos en el trayecto, Renzo bajaba a Ona de la bici para que trotara un rato. Eso hicieron en un parque nacional de Ecuador, en una playa en Perú, un salar en Bolivia, un desierto en Colombia, donde podían. Pese a que tener toda la documentación en regla, en cada frontera pasar con el can fue todo un tema. De todos modos, están felices de la decisión de llevarla con ellos. La pareja dejó sus respectivos trabajos para emprender esta aventura con Ona a bordo. Y le pusieron a esa aventura el nombre de Ciclovoladores, como se los encuentra en las redes.
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“Fue genial que Ona viniera con nosotros”, le dijo Renzo al periódico rionegrino. “Hizo todo mucho más entretenido y divertido” Y Anto agregó: “Y nos abrió puertas, porque es una conquistadora de corazones”. El tierno relato incluye imágenes de la perra corriendo llamas sin poder alcanzarlas en la Puna argentina, pisar la nieve por primera vez en Bolivia, escapar de las olas en Perú, dormir con ellos en la carpa, a los pies de la pareja con el calor y en el medio con el frío, comer arroz y fideos con ellos (además de alimento balanceado) contar con su propia botella de agua en la bici y mantener la calma ante la adversidad (que incluyó la visita al veterinario cuando mordió cactus en Perú).
Sabuesos que buscan a otros perros
at Weekend.
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